I. M. | Santa Cruz de Tenerife
Padre Laraña es el único centro de día de menores con que cuenta Santa Cruz de Tenerife y en la actualidad existe una lista de espera de 25 familias que han solicitado incluir a sus hijos -una media de tres niños por familia- en este recurso municipal. Según explicó la directora del centro Isauri Molowny, durante la visita del alcalde José Manuel Bermúdez al centro, esta entidad atiende a los menores de 16 años desde las 14.00 horas en que salen de los colegios hasta las 19.00, horario que se tuvo que reducir en una hora en el último año debido a las dificultades económicas. Los menores se derivan desde otras instituciones y al margen de los alimentos se ofrecen servicios como psicología, apoyo escolar, intervención familiar, dependiendo de las necesidades de cada niño y de su unidad familiar que suele ser, en la mayoría de casos, monoparental y con las madres en situación de desempleo.
En el transcurso de la visita al centro, Bermúdez no dudó en colaborar con los trabajadores y voluntarios del centro, y se sentó a charlar con los usuarios, algunos más interesados que otros en lo que este representa.
El comedor social Padre Laraña tiene un número máximo de usuarios diario de 80 niños, aunque en agosto la cifra de comensales se ha reducido a la mitad. Tampoco había intención de que estuviera abierto durante este mes, pero tras una valoración previa, por el momento de crisis económica que viven muchas familias de Tenerife, se decidió seguir prestando este servicio aún en época estival, con una inversión añadida de 50.000 euros. Dada la situación de muchas de las familias, se temía que los niños no pudieran ser alimentados de forma saludable en los meses en los que no hay clase.
El alcalde de Santa Cruz explicó que “se trata de una visita institucional en reconocimiento a la labor que hace esta institución, la única de la capital con este servicio”.
También existen otras iniciativas municipales destinadas a la población infantil, como el programa de reparto de comida de catering en las propias casas y actividades de las que se están beneficiando durante este verano alrededor de 600 menores de varios puntos de la capital tinerfeña.