NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife
El Plan Especial de El Toscal, cuya aprobación estaba previsto se llevara a pleno en septiembre, finalmente se verá retrasada ante el convencimiento del equipo técnico de la Gerencia de Urbanismo de la necesidad de que vaya acompañada de una evaluación ambiental de la que, en principio el Plan estaría exento, pero que, como explicó a este diario el concejal de Urbanismo, José Ángel Martín, “la redistribución de las áreas verdes que hemos hecho tiene una gran importancia para el barrio y queremos darle la relevancia que tiene con esta evaluación ambiental”. Esta redistribución ha dado como resultado que, del proyecto original donde se preveía la concentración del espacio público libre en tres zonas, una de ellas de gran extensión, se haya pasado a su reparto en cinco áreas distintas de El Toscal, quedando una superficie de 11.295 metros cuadrados frente a los 11.459 iniciales, pérdida que Martín explica diciendo que “al repartir las zonas verdes se ha perdido algo de superficie pero es lógico puesto que los hemos distribuido por distintos espacios”.
Estas zonas, los corredores verdes de El Toscal, como se definen en el Plan Especial, permitirán un área continua de espacios libres de forma que el visitante del barrio puede ir desde las tres grandes zonas arboladas que rodean el barrio: García Sanabria, Almeida y la alameda en la plaza de España, atravesando por el barrio sin perder el contacto con los espacios libres arbolados.
Estos paseos se verían fomentados con la peatonalización del interior del barrio, zonas que estarían también arboladas, en las que, están convencidos desde el Ayuntamiento germinarán los negocios de restauración y ocio que darán aún mas vida al barrio. Las calles que delimitan El Toscal no se verán afectadas por esta peatonalización sino que servirán para desahogar el tráfico existente en el barrio santacrucero.
Aparcamientos
“El estudio específico que hemos hecho para El Toscal demuestra que la peatonalización del interior no va a afectar en nada a la circulación de la zona”, señala José Angel Martín. El edil explica que el aparcamiento existente ahora en superficie “es un aparcamiento cautivo por las personas que vienen a trabajar a la zona y que, con la creación de nuevos espacios para estacionar, se verán reconducidas hacia a esos otros lugares”. El Plan Especial prevé una dotación de aparcamientos que supera las 1.300 plazas, distribuidas en dos emplazamientos de carácter público y otros tres de iniciativa privada. Precisamente estas últimas dotaciones son las que han concentrado el esfuerzo de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo en los últimos meses, manteniendo reuniones con los propietarios para incorporar al plan los convenios a los que se pueda llegar.
“Hasta el momento, de los ocho ámbitos en los que se encuentra dividido El Toscal, se ha mantenido reuniones con los vecinos de cuatro de los sectores, con tres han ido muy bien las cosas y la cuarta está siendo más complicada porque la zona en cuestión está muy atomizada y es más difícil que los vecinos se pongan de acuerdo”, explica Antonio Arimany, el arquitecto técnico municipal responsable del Plan Especial de El Toscal.
Convenios
La forma de llevar estos acuerdos al papel pasa por la creación de convenios específicos, “por ejemplo, si nos ceden el suelo para construir viviendas, nosotros le daríamos un piso o una plaza de garaje”, señala Arimany que detalla que “una vez que nos no ceden el suelo, habría que hacer una especie de división horizontal del suelo público, por ejemplo el de la plaza que queremos hacer en lo alto de uno de estos aparcamientos, nos lo ceden y nosotros, mediante una concesión, a su vez cedemos las plazas de garaje para su explotación durante un tiempo que aún no hemos establecido”.
Según el edil de Urbanismo, los técnicos se están encargando de organizar las cuestiones técnicas de estas dotaciones mientras que serán los servicios jurídicos los que se encarguen de darles la forma adecuada antes de incluirlas definitivamente en el Plan.
De esta forma la previsión de aprobar el documento para septiembre se ve retrasada no solo por la incorporación de la evaluación ambiental sino también por la negociación de estos convenios que serán los que activen el barrio.