JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Las dos últimas reformas del Código Penal en los últimos tres años no solo han supuesto una tipificación más precisa de los delitos y faltas, también han provocado una reordenación del sistema penitenciario español que, poco a poco, se ha adaptado al del resto de países de nuestro entorno comunitario.
Ello, por ende, ha supuesto que aumenten y se endurezcan las penas previstas para algunos delitos, como es el caso de los accidentes de tráfico, la trata de personas o el terrorismo. El resultado de todo esto está empezando a dejarse notar en las cárceles españolas, que han visto cómo en los dos últimos años aumentaban notablemente las cifras de reclusos.
En el caso de Canarias, según publicó ayer el Instituto Canario de Estadística (Istac), hasta el pasado 30 de junio había 3.754 personas en los distintos centros penitenciarios del Archipiélago. De ellas, 3.434 son hombres y 320 mujeres. Respecto al mismo mes del pasado año, se ha producido un aumento de más del 18%, dado que en junio de 2011 había 3.080 reclusos.
Según los números compilados por el Istac en el último lustro, desde 2006 la población reclusa de las Islas ha crecido más del 20%, ya que de los 3.004 presos que había entonces se ha pasado a los 3.754 que hay en la actualidad. Este incremento, sin embargo, no ha supuesto que los centros penitenciarios del Archipiélago se encuentren ahora más masificados que hace unos años, ya que se han creado nuevas instalaciones que han permitido aligerar las cárceles de Tenerife, Las Palmas o Lanzarote.
Es el caso del Centro de Inserción Social (CIS) Mercedes Pinto, ubicado en la capital tinerfeña -junto a la antigua cárcel Tenerife I-. Este, inaugurado en el año 2009, acoge a más de 220 reclusos en régimen abierto o que están en un proceso avanzado de reinserción.
De igual modo, la nueva cárcel Las Palmas II, que entró en funcionamiento el año pasado, ha permitido que aumenten considerablemente los traslados de presos canarios que estaban en la Península, un objetivo que se marcó como prioritario la última secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo. Ésta, reemplazada hace unos meses por Ángel Yuste, fue la encargada de inaugurar el nuevo centro penitenciario de Gran Canaria, que tiene una capacidad de 1.200 internos. Desde Instituciones Penitenciarias confirman que seguirán con la dinámica de acercamiento de internos isleños, previo estudio y resolución individualizada de las propuestas, en las que se considera la petición de los reclusos de regresar a Canarias para cumplir condena cerca de sus familiares.
Las mismas fuentes también aseguran que estas actuaciones administrativas continuarán practicándose de igual forma en el futuro, si bien pueden verse condicionadas por variables como el régimen penitenciario de los internos o la puesta en marcha e implementación de los recursos precisos.