¿Por qué fue Armstrong el primero en pisar la Luna?

DANIEL MARÍN (EUREKA) | Las Palmas de Gran Canaria

NEIL ARMSTRONG
Neil Armstrong. / NASA

Neil Armstrong, el primer ser humano en caminar sobre otro mundo, ha fallecido y será enterrado con honores mañana viernes. Su nombre forma ya parte de la Historia y será recordado durante los siglos venideros. Pero, ¿por qué fue él el elegido? De acuerdo con un mito que circula por ahí, Neil fue seleccionado por ser el único civil con experiencia en vuelos espaciales dentro del cuerpo de astronautas de la NASA. Pero este mito es falso. Era civil en el momento del alunizaje, pero no es menos cierto que había sido piloto militar y de hecho participó en la Guerra de Corea.

En realidad, el principal culpable de que todo el mundo conozca a Neil Armstrong tenía un nombre y se llamaba Deke Slayton, uno de los primeros míticos siete astronautas de la NASA que vio postpuesto su deseo de volar (hasta la misión Apolo-Soyuz en 1975) por una enfermedad cardíaca que le fue detectada de forma tardía. Su papel más destacado fue el que protagonizó durante el programa Apolo como astronauta jefe.

Según esta regla no escrita, la tripulación de reserva de una misión se convertía -salvo accidentes o imprevistos- en la tripulación principal tres misiones más tarde. De entre todos los astronautas del programa Gemini, la mayoría podía haber sido el primer hombre en caminar sobre la Luna. Pero hubo dos acontecimientos que marcaron la elección. El primero fue la muerte en accidente de aviación de la tripulación de la Gemini 9 en febrero de 1966, formada por Charles Bassett y Elliot See. Si no hubiesen fallecido, habrían entrado en la rotación del Apolo. El segundo acontecimiento, más traumático aún, fue el accidente del Apolo 1 en febrero de 1967, en el que perecieron Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee. Grissom era uno de los favoritos de Deke y siempre se dijo que figuraba en la lista de candidatos para comandar la primera misión de alunizaje. De no haberse producido esta tragedia, quizás hoy en día estaríamos hablando de Grissom como el primer hombre sobre la Luna. ¿Y su compañero? No lo sabemos, obviamente, pero lo más probable es que hubiese sido Eisele, Aldrin o Bean. Por supuesto, todo esto no son más que simples especulaciones. El accidente del Apolo 1 cambió por completo la planificación del programa y el orden de misiones. El momento clave tendría lugar en mayo de 1967, cuando Deke anunció las tripulaciones principales y de reserva de los Apolo 7, 8 y 9. Según Deke, una de esas seis tripulaciones sería asignada a la primera misión de alunizaje.

Estaba previsto que el Apolo 8 despegase a finales de 1968 para llevar a cabo la primera prueba del módulo lunar en órbita baja. La tripulación principal debía estar formada por James McDivitt, David Scott y Russell. En 1968 la NASA decidió lanzar de forma imprevista el Apolo 8 hacia la Luna sin módulo lunar para adelantarse a un posible lanzamiento tripulado soviético del programa Zond/7K-L1. Y, aunque hoy nos pueda parecer una decisión increíble, McDivitt rehusó el honor de comandar la primera misión tripulada a nuestro satélite. Se había entrenado para pilotar el módulo lunar y eso es lo que iban a hacer, con Luna o sin Luna. Como resultado, Deke cambió el orden de las tripulaciones ¿Y adivinan cuál era la tripulación de reserva del nuevo Apolo 8? Efectivamente, Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Mike Collins. Bueno, en realidad, eran Armstrong, Aldrin y Lovell. Collins debía haber volado en el Apolo 8, pero tuvo que ser sometido a una operación de cuello y su puesto lo ocupó Jim Lovell.

Los favoritos de Deke para dirigir la primera misión de aterrizaje en la Luna siempre habían sido James McDivitt y Frank Borman, con Tom Stafford siguiéndoles muy de cerca. Aunque la rotación dictaba que Armstrong y su tripulación debían viajar en el Apolo 11, es muy posible que Deke se hubiera saltado su sacrosanta regla -como de hecho lo hizo en posteriores misiones- si McDivitt o Borman lo hubiesen pedido.

El 6 de mayo de 1968 tuvo lugar otro incidente que podía haber cambiado el curso de la historia. Ese día, Armstrong tuvo que eyectarse del vehículo LLRV-1 usado para simular el descenso del LM en la Luna. El LLRV había perdido el control y se estrelló poco después. De haber resultado herido de consideración, sin duda habría sido desplazado de la rotación. ¿Quién habría ocupado su puesto? No lo sabemos con certeza, pero sí sabemos que el comandante de reserva del Apolo 11 sería Jim Lovell.

Pero el hecho de que Armstrong y Aldrin viajasen juntos a la superficie lunar a bordo del Eagle no implicaba necesariamente que Armstrong fuese el primero en pisar la Luna. ¿Por qué no Aldrin? Al fin y al cabo, durante las misiones Gemini, era el piloto, no el comandante, el encargado de realizar las actividades extravehiculares. El debate no tenía sentido, porque los ingenieros habían decidido mucho antes que la escotilla del LM se abriese hacia la derecha para que el astronauta situado en la parte izquierda -es decir el comandante- saliese al exterior primero. Aunque a petición de Aldrin se ensayó en tierra una maniobra que permitiese salir primero al piloto del módulo lunar -o sea, a él-, la NASA la consideró demasiado arriesgada. El pequeño espacio limitaba severamente las contorsiones equipados con sus respectivas mochilas de soporte vital. No había nada más que discutir. Armstrong sería el primero. Como vemos, el que Armstrong se convirtiese en el primer hombre en pisar otro mundo nunca fue algo garantizado. Siempre tiene que haber un primero. Y el destino quiso que fuese Armstrong.