EFE | Sao Paulo
La Asociación Nacional de Diarios (ANJ) de Brasil se declaró en estado de “alerta especial” por el número de periodistas muertos durante el periodo 2010-2012 y el aumento de atentados y violaciones contra el ejercicio periodístico, según un informe divulgado este lunes por la entidad.
Entre agosto de 2010 y julio de 2012 se registraron en Brasil doce muertes violentas de periodistas, “lo que es motivo de una alerta especial”, afirmó la entidad en un balance presentado durante la apertura del Noveno Congreso de la ANJ, que se celebra entre hoy y mañana en Sao Paulo.
“Los asesinatos, atentados y amenazas a periodistas, además de representar crímenes contra el ser humano, atacan la propia libertad de prensa”, subrayó la ANJ, que citó también las decisiones judiciales que impidieron la divulgación de información por parte de algunos medios.
“La censura previa por vía judicial es una ofensa al principio mayor de la libertad de expresión definido por la Constitución”, aseveró la patronal.
Entre agosto y diciembre de 2010 se registraron en Brasil dos asesinatos de periodistas y en todo 2011 fueron cinco, el mismo número que se ha registrado hasta julio de este año.
El 3 de enero el periodista Laercio de Souza, de la emisora Radio Sucesso, fue asesinado a tiros después de varias amenazas en el municipio de Camaçarí, en el estado de Bahía.
Un mes después, el 9 de febrero, el periodista Mario Randolfo Marques Lopes, que denunciaba casos de corrupción en el portal Vassouras na net, fue asesinado a tiros junto con su mujer en el estado de Río de Janeiro.
El tercer periodista muerto en 2012 fue Paulo Roberto Cardoso Rodrigues, editor jefe del periódico Jornal da Praça y del portal de noticias Mercosulnews, asesinado también después de múltiples amenazas en Ponta Porá (Mato Grosso do Sul), en la frontera con Paraguay.
El 23 de abril, Decio Sá, del diario O Estado de Maranhao y autor de un blog de denuncias, fue asesinado en un restaurante de Sao Luis, la capital del estado amazónico de Maranhao.
El 5 de julio, el periodista deportivo Valerio Luiz, de la emisora Radio Jornal de Goiania, fue tiroteado por pistoleros que se movilizaban en una motocicleta.
En el período analizado, la ANJ contabilizó 22 agresiones físicas a periodistas durante su labor informativa, siete amenazas contra la vida y registró tres casos de censura judicial a diversos periódicos.