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¿Rescatar Canarias? > Francisco Pomares

Aquí todo el mundo tiene una idea, y algunos hasta tienen dos: en el partido probeta de Nacho González -el Centro Canario- cree que ya ha llegado el momento recurrir al rescate de la Comunidad Autónoma, por la vía del Real Decreto Ley que establece mecanismos para asegurar la liquidez de las administraciones públicas. Cree en el CCN que recurrir a ese decreto es la única forma de garantizarle a los boticarios de las islas el pago de las deudas que la Sanidad canaria acumula con ellos -y que hoy suman más de 70 millones- para que las farmacias puedan seguir con las puertas abiertas y no se produzca desabastecimiento de medicinas en Canarias.

Es cierto que el decreto fue aprobado para implementar mecanismos de apoyo a la liquidez de las Comunidades Autónomas, mecanismos que se aplican con carácter temporal y a solicitud de las propias regiones (lo han pedido ya Valencia, Murcia y Cataluña, y Castilla-La Mancha va de camino- y es también verdad que si Canarias se acogiera a esa fórmula podría disponer en poco tiempo de recursos para abonar algunas de sus actuales deudas. Pero que nadie se llame a engaño: lo que hace el decreto no es financiar a las Autonomías con dinero nuevo, sino autorizar más endeudamiento que habrá que pagar en el futuro, a cambio de entregar capacidad de decisión al Ministerio de Hacienda. Los problemas de liquidez que hoy tiene Canarias se derivan de dos factores: por un lado, se recauda mucho menos, y por otro, el cumplimiento obligado de los objetivos de déficit ha hecho que se reduzca la cuota de financiación. Si entra menos y podemos pedir menos de lo que pedíamos antes, es lógico que haya dificultades. Es algo que sabe cualquier familia. Más o menos eso es también lo que le ha ocurrido a España: ahora, al pedir cuartos para los bancos, que Europa nos los presta con mucho gusto, ejem, pero dándole otro par de vueltas de tuerca a aquello de antes, que conocíamos como Estado de bienestar. Se trata, pues, de resolver problemas específicos, pero también de abrir la puerta al control y la intervención de fuera.

No digo yo que Canarias no se vea en el futuro forzada a recurrir a este sistema. Pero cuanto más tarde acuda a él, mejor. Mientras, habrá que evitar que la deuda con las farmacias siga creciendo, aunque eso no implica liquidarla de golpe. No se ha hecho nunca, y no veo motivos para hacerlo cuando hay menos liquidez. Pero hablar hoy de problemas de abastecimiento en los medicamentos es una exageración. Una más. Mañana nos dirán que peligra el abastecimiento de mercancías básicas para la alimentación y puede que también nos lo creamos. Pero es mentira. De momento, aquí lo que peligra es el bienestar de las familias y las personas. Y de eso es de lo que deberían ocuparse primero.