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Sobre los medios para combatir los incendios > Francisco Pomares

El presidente Rivero se quejó la noche del lunes de no haber recibido ninguna llamada del Gobierno de Rajoy desde que se produjo el inicio del incendio en La Gomera: “Ni me ha llamado el ministro de Agricultura, ni el presidente del Gobierno, ni la vicepresidenta”, señaló Rivero, que aseguró haber lamentado la inexistencia de esa llamada. No entiendo qué le molesta a Rivero: en realidad, lo que debería preocupar al presidente no es el que le llamen o no desde Madrid cuando se produce una situación de emergencia en las Islas, sino el que los protocolos funcionen -o no- como deberían hacerlo.

En ese sentido, Rivero cree que sí funcionan, pero que Canarias debería contar con dos hidroaviones de estancia permanente en las Islas, para evitar el retraso que supone la distancia. Sería estupendo contar con esos dos hidroaviones, y con cinco más por si dos fueran pocos, pero mientras se decide de dónde salen los recursos para hacer frente a la ampliación del parque de hidroaviones, la cuestión clave es pedirlos desde que hacen falta, reaccionar con rapidez, ante el fuego, actuar con decisión y sin complejos.

El incendio pavoroso que ha afectado ya a una cuarta parte de la masa forestal de La Gomera se declaró hace más de una decena de días, reactivándose de forma muy virulenta coincidiendo con la subida de las temperaturas el pasado viernes. Sin embargo, la solicitud de apoyo aéreo por parte del Gobierno de Canarias a la Unidad Militar de Emergencias solo se cursó en la madrugada del domingo, y los aviones comenzaron a ser utilizados a última hora de ese mismo día en La Palma, al parecer porque se consideró que el frente nuboso sobre La Gomera impedía su correcta utilización. El ministro Soria, desplazado en La Gomera, ha insistido en que las cosas habrían ido mejor si no se hubiera esperado “al último momento para solicitar los hidroaviones”. Yo creo que tiene toda la razón.

La llamada realmente importante para hacer frente al incendio de La Gomera no es la que no se cursó por parte de Rajoy a Rivero para interesarse por los incendios, sino la que el Gobierno de Rivero tardó 30 horas en cursar a la UME.

Y además no es la primera vez que eso ocurre.