VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

Medio centenar de profesores universitarios y expertos de centros de investigación nacionales y extranjeros ha firmado un manifiesto (documento completo en PDF) en el que piden medidas para que el incendio que ha quemado 3.000 hectáreas en La Gomera, incluyendo el 18% de la “joya ecológica” del Garajonay, “no se vuelva a repetir”.

Estos científicos -entre ellos catedráticos y profesores de las dos universidades públicas canarias, el CSIC y centros de una decena de países europeos- proponen la ampliación del Parque Nacional a las zonas con bosques bien conservados, y también establecer “un modelo de gestión activa” y sostenible en los bosques de su entorno para que sean menos inflamables.

En el escrito se oponen a “prácticas trasnochadas” como la construcción de cortafuegos (al ser una isla “sumamente frágil y de altísimo valor biológico y paisajístico”) o la limpieza del bosque “mal entendida”, medidas, advierten, “claramente antagónicas con la conservación de los hábitat y especies únicas que atesora el Garajonay”.

En su lugar plantean “invertir mayor energía en la prevención de los incendios”, para crear “una conciencia social que incluya la denuncia decidida de los incendiarios y la responsabilidad que la sociedad tiene en una gestión adecuada del territorio, que incluye la limpieza de las fincas privadas o la ordenación adecuada de los usos y el urbanismo”. De ahí que, desde su punto de vista, “ahora mismo es más útil una reflexión pausada, intentando transmitir la importancia de una auténtica conciencia social”, que una “caza de brujas buscando culpables ‘potenciales’ o que ponga en entredicho la gestión llevada a cabo por el Parque Nacional de Garajonay”.

Confirman estos científicos que la laurisilva, “difícilmente inflamable”, fue “el mejor cortafuego” y “evitó que el norte de la Isla ardiera en su totalidad” en un incendio que se volvió “incontrolable” por “un cóctel explosivo de circunstancias”: extrema sequía, ola de calor severa, terrenos agrícolas abandonados (hechos que vinculan al cambio climático), la compleja orografía y la acción de incendiarios.

Estos expertos constatan que la mayoría de los bosques quemados son jóvenes, producto de una labor de restauración ecológica para recuperar el monte original desarrollada en los últimos 25 años, labor “que ha quedado reducida a cenizas”.

Entre los suscribientes del manifiesto cabe reseñar, en el caso de la Universidad de La Laguna, a los catedráticos Antonio Rodríguez (Edafología), Esperanza Beltrán, Wolfredo Wildpret y Marcelo Arco (Botánica), José María Fernández Palacios (Ecología) y Pedro Oromí (Zoología). También se han adherido profesores extranjeros como los catedráticos de Ecología Alessandro Chiarucci (Universidad de Siena, Italia) y Cristophe Thebaud (Universidad Paula Sabatier, Touluse, Francia), el catedrático de Biogeografía Robert Whittaker (Universidad de Oxford, Reino Unido)y decenas de científicos más.

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El Consejo de Aguas ve urgente prevenir la erosión

La Junta de Gobierno del Consejo Insular de Aguas de La Gomera ha acordado solicitar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y del Gobierno canario el apoyo “necesario y urgente para atender la reposición de los bienes e infraestructuras dañadas por el reciente incendio, según informó el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo.

El Consejo Insular considera preciso actuar de forma urgente también para evitar los daños que la erosión pueda producir a la población, al sector turístico y al medio ambiente como consecuencia del arrastre de los lodos y cenizas así como de otros riesgos ambientales. Por otro lado, se insta a que se adopten las medidas para incrementar los caudales con el fin de garantizar el suministro de agua a la población.

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