ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife
Mucha crisis económica y mucho impacto de ésta en la riqueza generada por las actividades agrarias en la Comunidad Autónoma de Canarias. Según datos oficiales de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Ejecutivo autonómico, el Archipiélago redujo en 46,64 millones de euros su aportación a la economía regional en términos de renta agraria medida a valores corrientes y a precios básicos. Esa pérdida de riqueza, que afectó al campo en solo dos años, en el bienio 2009-2010, supuso pasar de una renta agraria canaria de 725,43 millones de euros en el año 2008 (cuando estalló la crisis financiera en Estados Unidos, la misma que luego se convirtió en recesión económica profunda, al menos en España) a otra de 678,79 millones, la de 2010, que es el último ejercicio económico con datos publicados, aunque sean estimaciones, por la citada Consejería.
La diferencia entre aquellas variables da una reducción porcentual de renta agraria del 6,4% entre 2008 y 2010. El año 2008 significó un auténtico punto de inflexión, a la baja, para la aportación del campo isleño a la economía regional. En el decenio 2001-2010, el ejercicio 2007 es el mejor, representa la cumbre del periodo, con 745,38 millones de euros. A partir de esa campaña, la caída es continuada y se agudiza en los ejercicios de 2009 y 2010, justo cuando la crisis económica se manifiesta con virulencia en España; es decir, cuando llega para quedarse, al menos hasta 2012 y 2013, que parece que es lo que toca y además lo que es imposible que alguien cambie por ahora. La crisis en el campo canario guarda relación principalmente con el comportamiento económico de una batería de actividades agrícolas y pecuarias, que son: el mal comportamiento de las hortalizas, plantas y flores; el retroceso espectacular dado por la papa, cuyo valor de la producción se reduce a la mitad en solo dos años, y las irregulares evoluciones de las producciones de carnes de bovino y de porcino.
Éstas son actividades muy afectadas por la caída del consumo y por la competencia tremenda de las importaciones de esos mismos artículo que se realizan al amparo de las ayudas del Régimen Específico de Abastecimiento (REA). Este permite la concesión de apoyo público comunitario 100% a la entrada de esos productos en el mercado interior del Archipiélago o bien la posibilidad de practicar exenciones arancelarias para los bienes equivalentes traídos desde zonas que están fuera de la Unión Europea.
En lo que respecta al análisis de los datos macroeconómicos del campo español, análisis que se apoya en datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, hay que subrayar que la renta agraria en términos corrientes experimentó en el año 2011 un descenso del 4,5% respecto al año anterior, el de 2010. Además, se considera para el mismo periodo un descenso del 4,5% en el volumen de trabajo de la agricultura expresado en UTA (unidades de trabajo año). Según los datos proporcionados por la Encuesta de la Mano de Obra en la Agricultura, suministrados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se obtiene un incremento de la renta agraria en términos corrientes por UTA del 0,02%. Finalmente, para un deflactor del PIB del 1,5%, el valor del indicador A (valor de la renta agraria en términos constantes por UTA) registra una caída del 1,47%. El mismo indicador en la UE-27 aumentó el 6,7% en la primera estimación. A fecha del presente informe, no se dispone todavía de datos de la segunda estimación UE-27.
Los resultados que ahora se trasladan se apoyan en la segunda estimación de los principales indicadores de la renta agraria del año 2011. Dicha estimación se realiza, según la reglamentación comunitaria, a finales del mes de enero.
Los datos a escala europea son difundidos por la agencia Eurostat. La condición de valorar la producción de la rama de la actividad agraria a precios básicos, según la metodología armonizada obligada por un reglamento comunitario, hace necesaria la separación de las subvenciones a los productos de las otras subvenciones de explotación. Por tanto, las subvenciones a los productos se agregan a todos ellos con el fin de obtener la producción a precios básicos; el resto de las subvenciones se contabilizan en otras subvenciones. Tras valorar la producción de la rama agraria a los precios percibidos por los agricultores se añaden las subvenciones a los productos y se detraen los impuestos aplicados a éstos, obteniendo así el valor de la producción a precios básicos.
Posteriormente, tras deducir los consumos intermedios, se obtiene el registro Valor Añadido Bruto (VAB), que representa el resultado económico final de la actividad productiva.
Luego, se detraen las amortizaciones y otros impuestos a la producción y se añaden las otras subvenciones a la producción, con lo que se llega a la renta agraria (RA) o renta de los factores. Dicha renta cuantifica el montante de las remuneraciones percibidas por los factores originarios de la producción aplicados a la actividad agraria en el año de referencia.
A continuación se resumen los aspectos más destacados derivados de la información analizada.
La rama de actividad agraria a precios básicos ha experimentado un aumento del 3,0% en su valor.
La producción vegetal ha disminuido el 1,8% en su valor, mientras que la producción animal registró un aumento del 11,8%.
Producción vegetal
Destaca el aumento en plantas industriales, con el 17,4%; cereales, 11,1%, y las frutas 3,3%. Descienden las plantas forrajeras (menos 3,2%), vino (con menos 1,4%) y los aceites (con menos 0,6%).
En precios básicos, destacan los incrementos experimentados por las plantas forrajeras, con el 19,5%; vino y mosto, el 18,2%; cereales, con el 5,8%, y plantas industriales, el 3,1%. Un comportamiento opuesto han tenido las hortalizas (menos 18%), papa (menos 17,0%) y aceite de oliva (menos 5%).
Producción animal
Incrementa su valor el 11,8% debido principalmente a un comportamiento positivo de los precios, que experimentan un aumento del 8,7%.
En cantidades, se ha producido un ascenso total del 2,9%, motivado, fundamentalmente, por incrementos registrados en las aves, 3,7%; el porcino, el 3,4%; el ovino-caprino, 2,9%; el vacuno, 2,3%, y la leche 1,4%.
Precios básicos
Destaca el aumento de las aves, del 19,0%; del ovino-caprino, 11,9%; del porcino, 7,1%; del vacuno, 6,6%; de los huevos, 5,7%, y de leche 4,8%.
Subvenciones
En el cómputo global se observa un aumento del 0,7% y se sitúa el total en 6.631,9 millones de euros. Esta cantidad incluye 657,3 millones de euros de subvenciones a los mismos productos y 5.974,6 millones de de euros en otras subvenciones, capitulo que incluye el pago único con global de 4.308,0 millones de euros.
Consumos intermedios
El importe estimado de consumos intermedios en el año 2011 asciende a 20.023,1 millones de euros, cifra que representa un incremento del 12,1% respecto al año 2010.
La evolución en cantidades y precios ha sido contrapuesta, y se estima que los medios de producción han experimentado descensos en cantidades del 1,9%, y un incremento en precios del 14,4 %.
Componentes
Los principales componentes que experimentan incrementos de volumen consumido han sido los gastos veterinarios, del 2,9%; las semillas y plantones, del 2,5%, y piensos, del 0,9%.
En lado de los descensos, destacan los servicios de intermediación financiera (menos el 6,9%) y el mantenimiento y la reparación de maquinaria (menos 1,9%). También los fertilizantes (menos 0,2%).
Respecto a los precios, se produce un aumento generalizado en todos los consumos intermedios: fertilizantes, del 21,3%; energía y lubricantes, del 18,1%; piensos, del 15,4%; otros bienes y servicios, del 7,4%; semillas y plantones, del 6,1%; servicios, 4,3%, y servicios de intermediación financiera, del 1,3%.
[apunte]
Campaña desigual
El Ministerio de Agricultura ya ha publicado la primera estimación de las principales cifras económicas del sector agrario español para 2011. Según los datos, el valor previsto de la renta agraria en términos corrientes ha disminuido el 3,4%. Dicha renta agraria medida por unidad de trabajo anual (UTA) se estima que ha aumentado el 1,2% en términos corrientes y ha descendido el 0,3% en términos constantes. La producción vegetal ha experimentado un aumento de valor del 0,1%, una variación que ha sido motivada por un incremento en los volúmenes recolectados, si bien ese incremento se ha visto contrarrestado por descensos en los precios. Se han producido aumentos en cantidad en plantas industriales, cereales, frutas y papas; por el contrario, disminuyen las plantas forrajeras, el vino y mosto, y el aceite de oliva; permanece estable el volumen de producción de hortalizas.
En el factor precio, se observan incrementos en plantas forrajeras, vino y mosto, plantas industriales y cereales; experimentan descensos de precios las hortalizas, papas, aceite de oliva, y frutas. La producción animal aumenta su valor el 10,4%, como consecuencia del ascenso de los precios y volúmenes producidos. En cantidades, se aprecian aumentos en equino, ovino-caprino, aves, porcino, bovino y leche. En los precios se observan incrementos en aves, ovino-caprino, equino, bovino, leche, huevos y porcino. Los consumos intermedios experimentan un aumento del 12,3% respecto al año anterior. Dicho ascenso ha sido motivado fundamentalmente por el incrementos en precios. Las principales variaciones se dan en los componentes de fertilizantes, energía y lubricantes y piensos.
[/apunte]