Las Fiestas del Cristo, este año, en La Laguna, son como tienen que ser: acordes a los tiempos que todos corremos, o sufrimos. Unas fiestas para que los laguneros y visitantes disfruten de unos actos que reúnen a mayores y chicos, y se atienda sobre todo al motivo principal, quizás olvidado por muchos, el Cristo. Es decir, venerar a la imagen que preside el Santuario y asistir a los actos litúrgicos en su honor. Pero está el momento del disfrute, y de él no se ha olvidado el concejal de Fiestas, Domingo Galván, quien no se ha cortado en recortar el 35% -como ha de ser- el presupuesto para las Fiestas del Cristo 2012. No es de recibo que algunos, porque de todo hay en la viña del Señor, todavía pretendiesen tirar la casa por la ventana (poner Ayuntamiento donde casa) y gastar lo que no está escrito, cuando muchas familias en el municipio no cuentan con lo mínimamente necesario para subsistir: un plato de comida.
Domingo Galván ha recortado y, como ha dicho, “primero están los servicios sociales para nuestra gente” y luego -esto lo digo yo-: “los festejos, señores”.