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Los encantos de la capital

El Auditorio, el Recinto Ferial y el Parque Marítimo, constituyen, junto al Palmetum, un espacio único para congresos en Canarias. / MOISÉS PÉREZ


NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

El Ayuntamiento de Santa Cruz va a pelear por la declaración de ciudad turística y lo va a hacer por un objetivo claro, la financiación. Creen desde el Consistorio que la visita de 800.000 cruceristas anuales es más que suficiente para conseguir ese título. Otra cosa es el plan que se tiene para que en la práctica Santa Cruz también sea una ciudad que los turistas quieran visitar y son dos los ejes sobre los que se trabaja: los espacios verdes y el turismo de congresos.

El análisis de ambas líneas se lleva a cabo desde la Sociedad de Desarrollo y, según explica su gerente, Antonio Olivera, “los visitantes demandan una visión general de la ciudad, de sus elementos más atractivos y lo que tenemos que plantearnos es en qué destaca Santa Cruz dentro de la oferta turística de Canarias”. Según subraya Olivera, “en el pasado fue una ciudad comercial, pero ahora el Sur de la Isla ya cuenta con centros comerciales muy potentes por tanto tenemos que buscar un elemento distintivo”.

Olivera admite que uno que resulta muy interesante es que, posiblemente, Santa Cruz sea la única ciudad que tenga una continuidad verde relevante, con el parque del García Sanabria, la avenida de Anaga, la Alameda y el Viera y Clavijo. “Hay una continuidad de verde curiosa y conforma una ruta de visita a la ciudad interesante, que da una imagen de Santa Cruz algo diferente. Esto permitiría posicionarnos en ese aspecto distintivo y es un tema en el que estamos indagando, creemos que puede prometer bastante”.

Fórmulas nuevas

El otro aspecto es quizá más ambicioso porque se trata de colocar a Santa Cruz como una ciudad de congresos. “Estamos trabajando intensamente con los hoteleros y también con el Cabildo de Tenerife para atraer turismo de congresos, porque ahora mismo, hay muchas reuniones profesionales en la capital pero son muy cortitas, que generan muy poco valor para la ciudad y poca pernoctación. Estamos buscando fórmulas diferentes, hacerlo de algún modo distinto”, detalla Olivera.

Esa fórmula y con la que se ha estado trabajando en la nueva guía congresual, es la de plantear un espacio de congresos abierto. El gerente de la Sociedad de Desarrollo asegura que “la realidad es que disponemos, en muy poco espacio, de diversas infraestructuras que incentivarían esa apuesta por el turismo de congresos. Tenemos el Auditorio y el Recinto Ferial, pero también el Palmetum y el Parque Marítimo, que, si se cambian los usos, podría ser utilizado por ejemplo como zona para servir cócteles. A esto se añade la zona del Castillo Negro y la Casa de la Pólvora”. Según Olivera, “tenemos distintos elementos en los que se puede desarrollar una actividad coordinada, de forma que, al final nuestra gran ventaja es ofrecer un espacio abierto, el único dentro de Canarias”.