EFE | Las Palmas

El enfermero que supuestamente envenenó con talio radiactivo a su mujer, también enfermera, el 11 de julio de 2010 en el Hospital Insular de Gran Canaria, continuará en prisión preventiva, según un auto hecho público hoy por la Audiencia de Las Palmas.

La Sección Segunda de Las Palmas ha desestimado el recurso de apelación presentado por el abogado del enfermero Iván R.A. contra el auto dictado el pasado 25 de julio por el Juzgado número 2 de Telde, que “confirma en todos sus extremos” por entender que se trata de una decisión “acertada y proporcionada” ante el grave delito que se le imputa.

La instructora argumentó en su decisión la posibilidad de que el detenido pudiera influir en el testimonio de otros profesionales sanitarios, compañeros suyos de trabajo, que habrían de comparecer en un posible juicio oral, así como el riesgo de que tratara de fugarse, señala el tribunal.

Sobre el riesgo de fuga, el auto de la Audiencia añade que el detenido conoce que se han presentado tres acusaciones en su contra que le imputan un delito de asesinato, y que la causa puede estar en la fase final de la instrucción, por lo que la posibilidad de tener que enfrentarse a un juicio oral, unido a las “múltiples posibilidades de ocultación” que estarían a su alcance, hace que se la continuidad en prisión preventiva sea acertada y proporcionada.

El tribunal no entra en valorar las diligencias practicadas en el proceso como pretendía la defensa, que entiende que no existen indicios de muerte homicida y originada por intoxicación medicamentosa, ya que “desborda” el objeto del recurso, que solo se ciñe a si la prórroga de la prisión es o no ajustada a derecho.

Aclara que su objeto no es analizar si la causa debe o no ser archivada, ni si las actuaciones del juzgado de instrucción admitiendo o denegando diligencias de investigación han sido o no ajustadas a derecho; ni siquiera si es correcto o no el trámite que se ha seguido al aportar el peritaje de parte por la defensa.

Esas cuestiones ya han sido objeto de otros recursos o no lo han sido ante la Sección Segunda, por lo que expone que no procede determinar cuál ha podido ser la causa de la muerte de la enfermera ni entrar a valorar las pericias que se han hecho.