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España comenzará el repliegue con el próximo relevo, que permanecerá por primera vez seis meses en zona

EUROPA PRESS | Madrid

España dará los primeros pasos para el repliegue de sus tropas en Afganistán cuando se produzca el próximo relevo, en el que la Brigada de Infantería Ligera (BRILAT) ‘Galicia’ VII tomará el testigo de los paracaidistas en la provincia de Badghis, donde está el grueso del contingente español. Por primera vez, el despliegue será de seis meses.

Está previsto que este relevo, que tendrá lugar el próximo mes de noviembre, implique la reducción del 10% del contingente que se fijó para 2012. Pero, además, la BRILAT también puede protagonizar los primeros repliegues desde el terreno, ya que, según han explicado fuentes militares, en los primeros meses del próximo año es probable que se dejen los dos puestos avanzados de combate españoles en Ludina y Moqur, en la provincia de Badghis.

El calendario anunciado por el anterior Gobierno, y confirmado en un primer momento por el actual, establece que en 2013 saldría de Afganistán el 40% de los militares y el resto, en 2014. Sin embargo, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha insistido en que si se considera que se cumplen los objetivos antes de lo previsto, podrían modificarse los plazos.

Aunque este extremo no está decidido todavía, el esquema de la retirada partirá de un primer repliegue desde Ludina y Moqur, donde España mantiene en la actualidad compañías de maniobras encargadas de garantizar la libertad de movimientos y la acción de las Fuerzas de Seguridad Afganas en sus zonas de influencia.

Para poder llevar a cabo este repliegue deberá garantizarse que la zona está estable y que los movimientos de tropas se hacen por una “zona asegurada” que en estos momentos, según fuentes militares, no lo es. La seguridad de los militares, tal y como ha insistido Morenés, será un elemento clave para poner en marcha el repliegue.

Para ello, habrá que extremar las precauciones ante posibles ataques de la insurgencia. Por el momento, los paracaidistas continúan con el esfuerzo de mantener las ‘burbujas de seguridad’ en torno a los puestos de combate avanzados y tratando de ampliarlas.

De la instrucción al asesoramiento

En esta tarea, las tropas españolas trabajan codo con codo con los militares afganos a los que forman los denonimados equipos de mentorización y enlace (OMLT) y que concluirán su trabajo una vez se repliegue la Brigada Paracaidista. Los cuatro OMLT actualmente en funcionamiento, y cuyos miembros van a estar siete meses y medio en Afganistán, serán los últimos.

Desde noviembre, las tropas españolas contarán con equipos militares de asesoramiento (MAT, por sus siglas en inglés), que ya no tendrán la misión de ‘enseñar y entrenar’ sino de ‘asesora y ayudar’ al Ejército afgano. Para ello, contarán además con menos efectivos, ya que los equipos pasarán de tener 45 militares a 29.

Actualmente, ya hay desplegado un MAT en Moqur, encargado del asesoramiento a una unidad afgana de artillería e ingenieros. En este puesto avanzado de combate también tiene su base un equipo OMLT, que instruye a un batallón afgano.

Antes de desplegar en el teatro de operaciones, ambos equipos recibieron una formación específica de seis meses, en la que los aspectos culturales son muy importantes, ya que las relaciones con los militares afganos son una parte esencial de la misión.

Los cambios no sólo afectarán a estos equipos ya que con la Brigada Galicia VII también se acabarán las denominadas ‘Task Force’, las compañías de maniobras, o de combate, desplegadas en los puestos avanzados y en la base principal de Qala-i-Naw.

Con la BRILAT, las ‘Task Force’ se transformarán en ‘Transition Support Union’, centrados en el apoyo a las fuerzas afganas, que desde el 1 de noviembre deberán asumir toda la responsabilidad de las operaciones de seguridad.

No obstante, estos nuevos grupos tácticos contarán con fuerzas de reacción rápida y los apoyos con los que cuentan las compañías de combate: apoyo aéreo, vigilancia desde el aire, limpieza de rutas y equipos de desactivación.

No es el fin de las operaciones de combate

De hecho, desde el Mando Regional Oeste, con base en Herat, se insiste en que no se trata de un cambio de misión ni supondrá el fin de las operaciones de combate, que seguirán aplicándose cuando la insurgencia se oponga a los objetivos marcados por la OTAN y el Gobierno afgano.

De hecho, algunos mandos reconocen que por el momento será más un cambio de denominaciones que del día a día del trabajo de los militares que se instalarán en Afganistán el próximo mes de noviembre para un periodo de seis meses.