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Estabilidad, trabajo, ideas e ilusión – Por José Manuel Bermúdez Esparza

Las decisiones personales son respetables. Las decisiones partidistas son legítimas. Pero las decisiones que de verdad importan en democracia son aquellas que afectan al conjunto de la ciudadanía, las que inciden en sus vidas: las que procuran darle solución a sus problemas, instrumentos para su desarrollo e ilusión para sus proyectos de futuro.

Esta es la idea clara que sostiene el más elemental principio de responsabilidad cuando se producen circunstancias extraordinarias en una Corporación, como es la decisión anunciada por el hasta ahora primer teniente de alcalde, don Julio Pérez, de abandonar sus actuales responsabilidades en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Y, como alcalde de esta ciudad, quiero agradecer personal e institucionalmente la dedicación y la lealtad demostrada en este algo más de un año de mandato en el que hemos tenido la oportunidad de colaborar. Desde la discrepancia ideológica en muchas ocasiones, qué duda cabe, y con las dificultades añadidas que imponen la crisis económica y social más dura de nuestra historia reciente, pero siempre desde el respeto y la intención de anteponer los intereses generales de la ciudad a cualquier otra aspiración. Y frente a visiones un tanto mezquinas que intentan “pescar en río revuelto” y que demuestran muy poca altura política y humana, la respuesta de este Equipo de Gobierno seguirá siendo la de aportar estabilidad, trabajo, ideas e ilusión. Los acuerdos políticos deben basarse en proyectos, en propuestas, en programas y en partidos, no en ambiciones personales. Y en este sentido, nuestra voluntad es -y seguirá siendo- respetar y cumplir los acuerdos alcanzados tras las pasadas elecciones. Con mano tendida hacia todas las fuerzas políticas, porque siempre es bueno y la situación lo merece, pero con la firmeza que requiere la responsabilidad de tomar decisiones cuando es necesario.

No perderemos el tiempo en juegos de política ficción ni en cambalaches irresponsables. No distraeremos nuestra atención de nuestros objetivos de reactivar económica y socialmente la ciudad.

No huiremos de nuestra responsabilidad de hacer una administración más austera y eficiente que permita destinar los escasos recursos disponibles allí donde realmente se necesitan. No cejaremos en la defensa legítima de nuestro liderazgo como Capital en las condiciones e infraestructuras que Santa Cruz se merece y necesita. Porque no es tiempo de perder el tiempo.

Tras algo más de un año desde que comenzamos en esta nueva etapa en el Ayuntamiento de Santa Cruz, resulta indudable que comienzan a verse resultados tangibles en esta línea de trabajo. Sin varitas mágicas, ni pócimas milagrosas como algunos prometen de manera irresponsable para luego incumplir alegando que las circunstancias les han superado. Sino estando muy cerca de las personas para recoger sus inquietudes, dar explicaciones y ofrecer soluciones. Con total dedicación para poder aplicar todo nuestro esfuerzo, sin compartirlo con otras responsabilidades ni instituciones. Y con la capacidad de ver la realidad, pero al mismo tiempo de aportar la dosis de ilusión necesaria para no dejarse ni superar por las dificultades que nos rodean, ni amordazar por directrices partidistas superiores, ni paralizar por el pesimismo que sólo lleva al fracaso. Depende de nosotros, de todos nosotros.

*Alcalde de Santa Cruz de Tenerife