JOSÉ ANTONIO FELIPE | Santa Cruz de Tenerife
Junto a Ricardo Úriz, Ricardo Guillén es el jugador del CB Canarias que más tiempo ha competido en Liga Endesa. Desde que siendo solo un niño abandonara la Isla rumbo a Málaga, Guillén ha vestido la camiseta de seis clubes en la mejor competición de baloncesto de Europa y ahora, con el CB Canarias, arrancará con su séptima experiencia en Liga Endesa.
“La experiencia te dice que debemos de tener mucha paciencia, algo que se da mucho en este club, porque no es nada sencillo lograr un objetivo como la permanencia”, analiza el interior tinerfeño.
Sabe muy bien cuáles son las claves de ello, porque solo en una ocasión, cuando jugaba en León, no lo logró. “Fue, posiblemente, la peor experiencia que he pasado hasta el momento entre otras cosas porque descendimos a la LEB”, recuerda.
Antes solo había podido competir en Málaga, uno de los clubes más importantes de la competición. “Era increíble llegar con 18 años y poder jugar y competir a un nivel tan importante”, dice antes de apuntar que “para alguien de esa edad es muy ilusionante competir en Copa korac o en Euroliga como hacíamos cada año”.
Tras el varapalo de León, Gijón supone el desquite a todos los niveles. “El equipo estaba confeccionado para salvar la categoría y lo logramos. Sufrimos mucho, pero lo logramos en el último partido de Liga Endesa”, dice mientras destaca la excelente calidad humana del vestuario asturiano que le tocó vivir en suerte.
Sus buenas actuaciones en Gijón propiciaron que el Gran Canaria de Manolo Hussein apostara por acercarlo a las Islas. “Mi experiencia fue muy buena a pesar de que el equipo acabara al final un poco en tierra de nadie porque ni llegamos a play off ni tuvimos problemas de descenso”, a pesar de ello, cree que “fue bueno a todos los niveles y pude coincidir con un entrenador como Hussein”.
Granada sería la última parada antes de llegar a su casa. Su estancia en la entidad nazarí coincide con importantes problemas personales, lo que le impide poder terminar el curso.
“Fue la primera vez que no acababa una temporada en un equipo, pero fue por problemas personales por los que yo necesitaba estar más cerca de Tenerife”, afirma antes de acordar su llegada a la Isla, con Paco García de entrenador. “Salvamos la categoría de manera holgada, con suficiencia. A pesar de los problemas instituciones que eran públicos, supimos ser un buen grupo. Una pena que el final de temporada no fuera del todo bueno, pero sabíamos que lo que teníamos que hacer era mantenernos”, expone el pívot hoy del Canarias.
Eso mismo es lo que pide como objetivo. “Más allá de lo que se puedan decir, la realidad es que tenemos que mantenernos”.