JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
“La universidad española ha entrado en una dinámica manifiestamente destructiva”. Así de rotundo se manifestó el pasado lunes el rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Eduardo Doménech, en la apertura del curso 2012/2013. Durante su intervención, Doménech dejó entrever que el presente ejercicio será, posiblemente, el más duro de la historia reciente de la institución académica.
Entre los motivos, el rector lagunero citó la deuda contraída por el Gobierno de Canarias, en función de lo comprometido en el contrato-programa, una deuda que en el periodo 2010/12 asciende, según Eduardo Doménech, a 59.969.275 euros. “De estos casi 60 millones, más de 40 corresponden a gastos de funcionamiento, mientras que el resto suponen deuda en inversiones.
Tras conocer que el Ejecutivo no abonaría el dinero comprometido, la ULL decidió acudir a los tribunales para defender lo que consideran un notorio incumplimiento del contrato. El caso está en manos del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), que aún no se ha pronunciado al respecto. El litigio entre la universidad lagunera y el Ejecutivo autonómico, no obstante, puede no quedarse ahí, ya que según ha podido saber DIARIO DE AVISOS la Consejería de Economía, Hacienda y Seguridad no contempla aún para el próximo presupuesto ninguna partida que sufrague el contrato-programa. Las mismas fuentes, no obstante, explican que todavía están a la espera de conocer cuáles serán las transferencias del Estado a Canarias para 2013, por lo que no se puede descartar que se incluya dinero para este concepto.
Desde la ULL, sin embargo, son bastante escépticos y pesimistas al respecto, porque a día de hoy ni siquiera se ha constituido la comisión que debía analizar esta cuestión, a pesar de que el consejero José Miguel Pérez se comprometió con los rectores a estudiar pormenorizadamente el futuro del contrato-programa.
A la espera de novedades en las próximas semanas, en la Universidad de La Laguna ya estudian alternativas presupuestarias que permitan compensar ese déficit, teniendo en cuenta además que para el próximo año se prevén nuevos recortes del Gobierno central en materia educativa.
Entre las infraestructuras afectadas por la deuda aplicable al contrato-programa, desde la institución académica tinerfeña señalan que tendrán que aplazarse, entre otras, la reforma de la Facultad de Bellas Artes; la segunda fase de la construcción de la nueva Escuela Técnica Superior de Informática; y el nuevo Aulario del Campus de Guajara. Además, si continúan los recortes emprendidos por las administraciones central y regional, “se nos empujará al precipicio”, subrayó Eduardo Doménech, que incluso anunció que el Gobierno de Canarias ha pedido a las universidades públicas del Archipiélago que “cuantifiquen el posible excedente de profesorado”, de acuerdo a la aplicación de los criterios de aumento de carga docente establecidos por real decreto en abril.
En este sentido, Doménech aclaró que “aquí no sobra nadie” y manifestó que la aplicación de esta norma “no tiene por qué traducirse en despidos”, sino una “redistribución de la carga docente para mejorar nuestra calidad”.