Granadilla >

Guatemala muestra interés por el ecoturismo de Tenerife

GUATEMALA TENERIFE HERMANO PEDRO
Cano, con vecinos de la comunidad rural de San Cristóbal del Alto. / DA

VICENTE PÉREZ | Granadilla

En la ciudad guatemalteca de La Antigua reposan, desde 1667, los restos mortales del santo chasnero Pedro José de Betancur. Hasta allí se desplazó recientemente el geógrafo tinerfeño, profesor de la UNED y asesor sobre patrimonio histórico, José Juan Cano, para exponer la experiencia del turismo natural y cultural en Canarias. Acudió invitado por las autoridades de Guatemala, interesadas en los vínculos históricos de este país con Tenerife.

Y ahora, tras 30 años de guerra hasta 1993, Guatemala quiere aprovechar más y mejor la industria turística, que le supone 1.5 millones de visitantes cada año. Para ello, se fija también en un destino puntero y consolidado como Canarias, para aprender de sus aciertos y no cometer sus errores. Cano -asesor de patrimonio en el ayuntamiento de Granadilla y de Turismo en el de San Juan de la Rambla- impartió en tierras guatemaltecas un curso universitario de Ecoturismo, como nueva experiencia en Europa, y su aplicación en el país centroamericano.

Al curso asistieron 80 personas, entre profesores de universidades, empresarios, guías turísticos, y representantes de la Cámara de Turismo de Guatemala y el Consejo Nacional para Conservación de Antigua, todos ellos atraídos por el camino emprendido en Tenerife en el llamado turismo de naturaleza y el cultural, que gusta del patrimonio histórico insular.

Como conclusiones de este foro, según explica Cano, los participantes estuvieron de acuerdo en “no optar por el turismo masivo, no sostenible; apostar por el geoturismo (Guatemala tiene selvas, bosques húmedos y volcanes, algunos en activo); y crear un grupo de acción con todos los actores implicados en el desarrollo sostenible, incluyendo a los vecinos”.

El curso incluyó una salida de campo, en la que el grupo recorrió la llamada Ruta de los Esquisúchiles, árboles mayas de propiedades curativas que el Hermano Pedro adoptó como símbolo. Están en peligro de extinción, y su recuperación, y la de esta ruta, la ha impulsado durante 30 años el etnobotánico y microbiólogo Miguel Torres.

El geógrafo tinerfeño -defensor de la recuperación de la Ruta del Hermano Pedro, sendero tradicional entre Vilaflor y la costa de Granadilla- se reunió también con los vecinos de San Cristóbal del Alto, un pueblo rural al que Cano asesora en un proyecto de turismo comunitario. Además, el experto tinerfeño participó en Guatemala en el IV Congreso Nacional de Guías de Turismo como profesor invitado para disertar sobre itinerarios culturales iberoamericanos y la importancia del senderismo en España. Por último, el geógrafo destaca el interés mostrado sobre el turismo cultural y de naturaleza en Tenerife durante una reunión con un grupo de gestores locales de Guatemala (“asociaciones privadas sin ánimo de lucro que apuestan por el desarrollo rural”), a la que asistió el viceministro de Presidencia.