YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife
Idaira lleva seis meses trabajando en la tienda de Cash Converters de Santa Cruz de Tenerife. Consiguió el puesto a través de un programa de formación e inserción laboral que desarrolla la Asociación Kanaria de Infancia (AKI) y que tiene un alto grado de satisfacción tanto entre los desempleados que acuden a los cursos como entre los empresarios que los contratan.
“Lo primero es tener ganas y voluntad”, afirma Idaira Rodríguez. Esta joven de 31 años accedió en diciembre del pasado año al programa formativo y de inserción laboral que desarrolla AKI.
Este programa está dirigido a jóvenes desempleados sin titulación superior y dura un año, a lo largo del cual el parado puede realizar cursos relacionados con la hostelería, geriatría y construcción, que tienen varias ediciones durante los 12 meses, según explicó la coordinadora del área de inserción laboral y emancipación de AKI, Estefanía Alonso.
El curso incluye también talleres más generales de búsqueda de empleo, realización de entrevistas de trabajo o preparación del currículum vitae.
Alonso indicó que en este programa se cede la responsabilidad al propio alumno, quien elige en qué ámbito quiere formarse. “Incluso si quieren hacer un curso que no contemplamos o quieren ampliar la formación de alguno de los que ofrecemos, nosotros les damos las herramientas para que puedan buscar en su entorno dónde realizarlos de manera gratuita”, añadió.
Explicó que también se ofrece bastante flexibilidad horaria, ya que muchos de los interesados son “mujeres con personas dependientes a su cargo”.
El programa es gratuito, e incluso AKI concede ayudas, como el bono de transporte, a todos aquellos cuya situación económica es más precaria.
Empleo
Una parte muy importante del curso es lograr también la inserción laboral de los desempleados. “Tenemos un promotor laboral que busca empresas por toda la Isla. Hay muchas que argumentan que no pueden contratar gente nueva, pero otras muchas están dispuestas a la recepción de alumnos en prácticas sin remunerar. Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones esas prácticas han sido una puerta de entrada a la inserción laboral. Y hay otras empresas que colaboran comunicándonos ofertas de empleo solicitando un determinado perfil, y en vez de estar seleccionando ellos los candidatos se los facilitamos nosotros”, indicó Estefanía.
Es el caso de Idaira, que, después de tan solo dos meses en el programa de AKI, le ofrecieron una entrevista de la tienda Cash Converters en la capital tinerfeña.
“Lo que más nos gusta de AKI es que saben hacer muy bien los procesos de selección. Nosotros le pedimos un perfil específico de trabajador y lo clavaron, y desde entonces ya hemos contratado a varios empleados a través de ellos. Hacen un proceso de selección muy bueno y saben cuáles son nuestros requisitos. Hasta ahora no han fallado”, manifestó el gerente de la tienda, Ronny Abecassis.
Explicó que antes recurrían a los desempleados que venían del Inem, pero que decidieron dejar de hacerlo porque “no quieren trabajar”. “El 85% de la gente que venía del Inem lo hacía solo para justificar que ha venido a solicitar un puesto de trabajo porque quieren seguir cobrando el paro. Y te hacen perder el tiempo. Lo que necesitamos es gente que realmente quiera trabajar”, enfatizó.
“Lo primero es tener ganas y voluntad”, destacó Idaira. Ella comenzó en la empresa el pasado febrero con un periodo de prácticas de 15 días y a partir de entonces le hicieron un contrato laboral. “Llega un momento en el que te saturas, te bloqueas, y ya no sabes dónde seguir buscando. Pero afortunadamente desde AKI me encontraron dos entrevistas de trabajo en la misma semana y ahora estoy aquí muy bien”, destacó. Ella se siente muy agradecida a todo lo que la asociación ha hecho por ella. “Ellos siempre están pendientes de ti, de cómo estás, de si necesitas algo… El compromiso de un año sigue adelante, aunque ya esté trabajando y no tenga que hacer los cursos, pero si me quedo parada puedo seguir formándome con ellos y están pendientes de ti”, explicó.
Cash Converters es una tienda dedicada a la compra y venta de artículos de segunda mano. Desde el comienzo de la crisis el negocio no ha dejado de crecer, sobre todo en cuanto a artículos de oro y productos tecnológicos. Tanto que la empresa abrirá dentro de dos meses otro local en La Laguna. “Aquí la segunda mano tiene garantía, servicio posventa, entonces la gente compra con mucha más confianza”, indicó el gerente de la tienda.
[apunte]
Alta inserción
En la primera edición del programa de AKI, que finalizó el pasado noviembre, se formó a 80 alumnos, de los que 30 lograron insertarse laboralmente, al haber acumulado un mínimo de seis meses de contratos a tiempo completo en un año, indicó la asociación. A lo que hay que sumar otros 27 alumnos que han estado trabajando, aunque no llegaron a cumplir los seis meses. Sin embargo, desde AKI destacaron que también se da el caso de muchos alumnos que terminan su formación y al final rechazan trabajar, bien porque cuentan con un colchón familiar o cobran ayudas y no quieren perderlas.
[/apunte]