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Los números de la crisis

OFICINA DE EMPLEO ATENCION PARADO
Imagen de archivo de un parado atendido en una oficina de empleo. / DA

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

En la Seguridad Social no cuadran los números. España perdió, solo en agosto, 136.762 afiliados, mientras que Canarias incrementó el número en 121 respecto a julio, un 0,02%, con lo que se sitúa en 652.271 cotizantes, según datos del Ministerio de Empleo. En comparación con agosto de 2011, el número de afiliados a la Seguridad Social en las Islas se ha reducido en 30.007 trabajadores, el 4,40%, un punto más de lo que ha caído en el resto de España (3,45%).

La Encuesta de Población Activa (EPA) coloca la tasa de paro del segundo trimestre de 2012 en el Archipiélago en el 33%. En total, en las Islas, para una población activa de 1,77 millones de personas, apenas trabajan 747.900, mientras que 370.700 personas están en paro, se apunten o no a las oficinas de empleo.

El Gobierno tiene que reducir el déficit público desde el 8,9% hasta el 3% del PIB, lo que supondrá un decremento del gasto público de un 5,9% del PIB. Si además esta disminución llevara asociada una destrucción de empleo equivalente, supondría la desaparición de 988.000 puestos de trabajo más, lo que traducido a Canarias [que representa más o menos el 4% del Estado] significa alrededor de 42.500 nuevos parados.

Esta disminución de gasto público traerá consigo una menor recaudación de impuestos [lo que ya está ocurriendo en las Islas], lo que obligará a recortar aún más gasto público. Así, una disminución de un 5,9% del PIB, con el escenario planteado, podría implicar una reducción del PIB del doble de esa cantidad, por lo que el cálculo se iría a una destrucción de dos millones de empleos en los próximos años o 84.000 nuevos desempleados en las Islas. Sin embargo, a esa cantidad de empleo destruido habría que restarle los nuevos empleos creados, que también los hay.

En este sentido, siguiendo la tónica de contratación de emprendedores y empresas en expansión en época de crisis, de cerca de 14.000 nuevos empleos al mes, se podría concluir que en los tres próximos años se podrían crear por esa vía medio millón de empleos. La conclusión es que hay que esperar al menos un millón y medio de parados más en los próximos tres años, en Canarias alrededor de 64.500 desempleados en total.

Estos datos tienen más relevancia de lo que parece, porque la Seguridad Social, con el número actual de afiliados, apenas puede hacer frente a sus pagos. El Gobierno de Mariano Rajoy ya lo dijo la pasada semana, aunque lanzó un mensaje tranquilizador diciendo que no va a tocar las pensiones y que el sistema “no está en riesgo”.

En cualquier caso, en julio se emplearon 4.400 millones del Fondo de Prevención (que se nutre con los excedentes de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedad Profesional) para el pago de pensiones. En este fondo ahora sólo quedan 400 millones, por lo que ha quedado casi vacío.

Luego está el Fondo de Reserva con 67.000 millones, del que todavía no se ha echado mano, pero teniendo en cuenta que se jubilan bastantes más trabajadores de los que se incorporan al mercado laboral, y que el número de cotizantes aún bajará bastante, tendrán que elegir entre acudir a ese recurso o cargar el déficit de la Seguridad Social a los Presupuestos Generales, o a una mezcla de ambas cosas. En este caso, será imposible cumplir los objetivos de Bruselas.

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Los datos

El empleo en España tiene una fuerte estacionalidad: entre febrero y julio se crean trabajos, mientras que entre agosto y enero se destruyen. Entramos, pues, en el periodo negativo.

Al mismo tiempo, hay una relación directa entre el autónomo y el asalariado. Si no se aprueban importantes planes de estímulo con dinero público, algo imposible por los recortes del Gobierno en inversión, la recuperación debe venir del sector privado. Un síntoma de esa recuperación será que el número de autónomos comience a crecer, debido a los nuevos emprendedores que se lancen a trabajar por su cuenta y creen nuevas empresas. De momento, esto no es así, ya que el mes pasado sólo en Canarias se perdieron unos seis autónomos diarios.

La destrucción del empleo del sector privado comenzó a partir del primer trimestre de 2008, mientras en el sector público se contrataba cada vez más. Este desequilibrio no se ha recuperado y ahora, con el país en crisis y un déficit público desbocado, será el Gobierno el que tenga que prescindir de esos empleos públicos que no puede pagar. Los sindicatos ya prevén, sólo en las Islas, unos 2.000 empleos menos en los ayuntamientos. Y es que la relación entre trabajadores del sector público y del sector privado, antes de esta contratación masiva, estaba en torno a 5,5 en el sector privado por cada uno público. Ahora está en 4,6 privados por cada público. Para situarla de nuevo en los 5,5, habría que reducir el número de empleados públicos en 500.000 más.

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