GABRIELA GULESSERIAN | Santa Úrsula
“O nos destituyen a todos, o a ninguno”. Así de tajantes se mostraron ayer Damián González, Esteban Morales, Alejandro Alonso y Cathaysa Rodríguez, los cuatro ediles rebeldes en los que la alcaldesa de Santa Úrsula, Milagros Pérez (PP), todavía confía para que sigan formando parte del grupo de gobierno pese a que apoyaron en el Pleno de agosto la enmienda a su plan económico-financiero.
Ninguno de ellos “está de acuerdo” con la decisión adoptada el martes por la regidora municipal de destituir de sus cargos a dos compañeros, Juan Jorge Afonso y José Valentín Correa, quienes ayer se presentaron en el Ayuntamiento para entregar sus llaves y su teléfono móvil corporativo. Por este motivo, le han solicitado que proceda con ellos de la misma manera, una petición que, por otra parte, la alcaldesa “niega” que le hayan trasladado. En caso de que ello no suceda, “ya verán que medidas adoptan”, apuntan.
Inciden en que lo ocurrido con Afonso y Correa “fue una sorpresa total” de la que se enteraron justo después de salir de una reunión con el secretario regional y el presidente insular del Partido Popular, Asier Antona y Manuel Domínguez, respectivamente, para intentar conciliar posturas “y en la que no se habló de destituciones. Nunca nos imaginamos que se llegaría a este punto”, matizan.
Insisten en que la decisión fue de la alcaldesa, “que va por libre” ya que no es el modus operandi del PP, que desde abril, cuando se inició esta situación que califican de surrealista, “ha tenido una postura conciliadora”.
Los cuatro subrayan que “apoyan a los dos compañeros por completo” y aclaran que “han sido ellos los destituidos porque son los más críticos y Milagros Pérez entiende que son los cabecillas, pero en realidad están todos en el mismo barco”.
Por último, le achacan a la alcaldesa el boicotear su trabajo en el Ayuntamiento, la misma acusación que realizó hace una semana Juan Jorge Afonso. “Ha llegado a prohibirle al personal que nos dé información de nuestras propias áreas y también sobre muchos de los asuntos que van al Pleno”, apunta uno de los sublevados.
Por esta razón, advierte que de ahora en adelante sus votaciones serán “lo que consideren más justo para el municipio. Estamos parados y no sabemos nada, pero lo decimos alto y claro: Queremos que también nos destituya”, sentencia.
Por su parte, Milagros Pérez declaró a este periódico que sólo una de estas cuatro personas le ha entregado un escrito del que no puede dar más detalles pero ninguno le ha requerido su destitución. En cualquier caso, subrayó que las competencias “son de Alcaldía y así como se les delegó, pueden pedir su renuncia al cargo y pasar a formar parte del grupo de no adscritos”. Por si fuera poco, en un claro aviso a navegantes, la regidora municipal insinuó que “para ser alcalde primero hay que ser cabeza de lista”.
Asier Antona prefirió ser cauto al referirse a la polémica situación que vive desde hace más de un mes en el Ayuntamiento norteño: “Lo que tengamos que decir lo diremos donde corresponde y en su debido momento. Por ahora, desde el PP, se intenta reconducir la situación con la máxima prudencia y teniendo claro dónde está cada uno, pero remando todos en el mismo sentido”, recalcó.
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García: “Espero que tenga un final feliz”
El portavoz del único grupo de la oposición, la Agrupación Independiente de Santa Úrsula (AISU), Ricardo García, asegura que “las cosas venían mal”. Dado que no se trata de un problema que atañe a su formación política, “no puede decir mucho, sólo estar a la expectativa”. Eso sí, remarca que “no cabe que se haya hecho de este modo puesto que se podría haber consensuado de otra manera, sobre todo, de cara a la imagen del Ayuntamiento”. García sólo espera que la actual situación “tenga un final feliz” y que los miembros del grupo de gobierno “empiecen a trabajar por el bien del municipio”.
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