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El Cabildo de Tenerife elevó ayer el expediente sobe el conjunto de muelles, almacenes, varaderos y puente del barranco y playa de Valleseco al Gobierno de Canarias para que decida la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Sitio Histórico, de esta zona localizada en el municipio de Santa Cruz de Tenerife.
El director insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristóbal de la Rosa, señaló que “este expediente ha sido bastante complejo”, pero mostró su satisfacción por que se hayan cumplido ya todos los trámites que correspondían al Cabildo.
“Ahora será el Gobierno de Canarias, administración competente en la declaración, el que se pronuncie”, indicó el responsable insular a través de un comunicado de prensa remitido ayer por la Corporación.
De la Rosa recordó que ésta es la segunda oportunidad en la que el Cabildo tinerfeño emite un dictamen favorable a la incoación de este espacio como BIC. La primera ocasión fue anterior a la aprobación de la Ley de Patrimonio de Canarias.
Hace ahora un año, en octubre de 2011, el propio Cristóbal de la Rosa dictó una resolución por la que se incluía en el expediente la delimitación escrita y gráfica, la justificación de la misma y la descripción de la zona que se pretendía proteger a través de su condición legal de BIC.
Dificultad
Posteriormente, se concedió el trámite de audiencia a los interesados. La dificultad en la localización de uno de los afectados volvió a retrasar los plazos de tramitación, aunque finalmente el Cabildo de Tenerife ha logrado culminar el expediente y darle traslado definitivo al Gobierno de Canarias.
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En el litoral
En el puerto de Santa Cruz, cerca de la entrada al barrio de Valleseco, se conservan unas antiguas estructuras portuarias, un conjunto formado por dos espigones, de unos 70 metros de longitud, y dos naves. Al otro lado de la carretera de San Andrés hay también las ruinas de unos viejos almacenes y otras dependencias cerca del puente de la antigua carretera. Según recoge Melchor Padilla, todos estos elementos están relacionados con una de las actividades portuarias más importantes del Archipiélago desde mediados del siglo XIX hasta la aparición de los motores de combustión interna en el siglo XX: el aprovisionamiento de carbón para los buques de línea que surcaban el Atlántico, que precisaban carbonear de manera regular por lo que hacían escala en puertos situados de manera estratégica. A finales del XIX existían en el puerto de Santa Cruz tres firmas dedicadas a la importación y suministro de carbón: Hamilton and Co., George Davidson y Ghirlanda Hermanos.
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