EUROPA PRESS | Moscú

La tripulación del avión ruso que se estrelló el año pasado cerca de la ciudad de Yaroslavl cobrándose la vida de 44 personas, entre ellas un equipo completo de hockey sobre hielo, no podía volar, ya que no contaba con los permisos y la formación necesarios, según han revelado este jueves los investigadores del accidente.

Según ha indicado el portavoz del comité investigador, Vladimir Markin, el subdirector de la aerolínea Yak-Service, Vadim Timofeyev, autorizó a los dos pilotos a volar “ilegalmente”.

Uno de los pilotos del avión Yak-42 había “falsificado los documentos” y el otro no había recibido el entrenamiento adecuado para pilotar el aparato, según ha explicado Markin, citado por la agencia RIA Novosti, precisando que Timofeyev ha sido acusado de infringir las normas de seguridad aérea.

En total, los 36 jugadores y responsables del equipo de hockey Lokomotiv de Yaroslavl fallecieron en el siniestro ocurrido en septiembre de 2011, junto con los miembros de la tripulación del aparato. Uno de los jugadores sobrevivió al impacto pero falleció cinco días después en el hospital.

El informe oficial sobre el accidente del año pasado apuntó que los pilotos habían empleado de forma inadvertida el freno durante el despegue. Asimismo, señaló que ninguno de los dos pilotos era apto para volar, ya que uno presentaba restos de un sedante en su sangre y el otro había sido diagnosticado de una enfermedad que afectaba su motricidad.