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Se enfrenta a dos años de prisión el camionero que atropelló a un niño en 2007 en Granada

EUROPA PRESS | Granada

El Juzgado de lo Penal número 6 de Granada ha acogido este martes el juicio contra un hombre, de iniciales J.V.S., acusado de un delito de homicidio imprudente por atropellar a un niño de cinco años al dar marcha atrás con el camión que conducía en el interior de un parque público de Íllora (Granada) el 13 de julio de 2007.

La Fiscalía de Granada ha solicitado para el procesado una condena de dos años de prisión y prohibición de conducir vehículos a motor por un periodo de tres años y medio por entender que el conductor no tomó las “precauciones debidas”, mientras que la acusación particular, que ejercen los padres del menor, eleva su petición de cárcel a cuatro años.

El acusado ha explicado que el 13 de julio de hace ya cinco años cargó el camión, propiedad del Ayuntamiento de Íllora, con mesas y sillas que tenía que descargar en el parque Federico García Lorca del municipio, ya que, con motivo de las fiestas del pueblo, se iba a celebrar allí la elección de la reina infantil. Él, que formaba parte de la Comisión de Fiestas y que contaba con la autorización de la concejal de Cultura, iba en compañía de otros dos hombres, que se subieron también al camión una vez descargada la mercancía en el parque, sobre las 19,45 horas de aquel día.

Uno de los dos hombres, el que se situó en el asiento de la derecha, le dijo que podía tirar marcha atrás después de que comprobara el retrovisor derecho, y él vio por el izquierdo a un hombre, a una mujer y a una niña en un banco. El retrovisor central no le sirvió puesto que el camión tenía una grúa que imposibilitaba la visión.

En ningún momento, ha dicho, vieron al menor que después resultó fallecido. Sólo se percataron de lo ocurrido cuando oyeron un golpe, un impacto, y después a un hombre, el padre del niño, gritando que pararan. Al bajarse del vehículo, vio lo que había pasado y se quedó en todo momento en el parque a esperar a que se personara allí la Guardia Civil.

Al llegar, los agentes le realizaron una prueba de alcoholemia a las dos horas, que dio una tasa de 0,21, por debajo de la tasa máxima permitida, situada en 0,25. No obstante, el acusado ha asegurado que aquel día no ingirió nada de alcohol y que llevaba sin beber 19 años, desde que nació su hijo, y que pidió que se le realizara un análisis de sangre, que sin embargo no se hizo.

Los dos hombres que lo acompañaban, que han declarado como testigos, han señalado que el parque sólo tenía esa entrada sin escaleras, y que la única maniobra posible de salida era la marcha atrás porque aquel día, dado el evento que iba a celebrarse, otros vehículos se encontraban en el lugar descargando instrumentos musicales y bebidas. “Yo no sé de dónde salió el niño, tomamos precauciones, miramos los retrovisores, pero todo pasó en décimas de segundo. Quién iba a pensar que podía pasar eso”, ha indicado uno de ellos.

En ningún momento, ha dicho, vieron al menor que después resultó fallecido. Sólo se percataron de lo ocurrido cuando oyeron un golpe, un impacto, y después a un hombre, el padre del niño, gritando que pararan. Al bajarse del vehículo, vio lo que había pasado y se quedó en todo momento en el parque a esperar a que se personara allí la Guardia Civil.

Al llegar, los agentes le realizaron una prueba de alcoholemia a las dos horas, que dio una tasa de 0,21, por debajo de la tasa máxima permitida, situada en 0,25. No obstante, el acusado ha asegurado que aquel día no ingirió nada de alcohol y que llevaba sin beber 19 años, desde que nació su hijo, y que pidió que se le realizara un análisis de sangre, que sin embargo no se hizo.

Los dos hombres que lo acompañaban, que han declarado como testigos, han señalado que el parque sólo tenía esa entrada sin escaleras, y que la única maniobra posible de salida era la marcha atrás porque aquel día, dado el evento que iba a celebrarse, otros vehículos se encontraban en el lugar descargando instrumentos musicales y bebidas. “Yo no sé de dónde salió el niño, tomamos precauciones, miramos los retrovisores, pero todo pasó en décimas de segundo. Quién iba a pensar que podía pasar eso”, ha indicado uno de ellos.