
DAVID SANZ | Fuencaliente
El autor de la teoría científica que sostiene el futuro colapso del volcán Cumbre Vieja, que deslizará el flanco oeste de esta dorsal sobre el Atlántico, provocando una ola gigante devastadora, se encuentra estos días en la isla de La Palma con motivo de la celebración en Fuencaliente de La Noche de Los Volcanes. Simon Day, geólogo investigador de la University College de Londres, sigue defendiendo esta hipótesis, con la que situó a La Palma en la primera página de los periódicos de medio mundo, como una auténtica amenaza para países como Estados Unidos, donde el mega tsunami pasaría factura de su costa Este. Esto generó, al comienzo de este siglo, una polémica en la que llegaron a entrar las instituciones locales. Los amigos de Simon Day todavía bromean con él y le dicen que cuando venga a La Palma se disfrace. Pese a las consecuencias de su teoría, “que es un problema a largo plazo”, se siente seguro en La Palma: “Trabajo en otros sitios, como Papúa Nueva Guinea, donde los volcanes son más peligrosos y la gente también”.
-Han pasado más de diez años desde que formuló su teoría y hay científicos muy críticos con ella. ¿Sigue manteniéndola?
“El trabajo que hice en La Palma fue para entender la historia de Cumbre Vieja, no sólo de las erupciones más recientes. Y ese estudio puso de manifiesto que había un cambio en la distribución de las bocas volcánicas. Antes estaban alineadas en tres zonas, mientras que en los últimos miles de años, había una concentración en una falla en alineación norte -sur , sobre todo por el lado oeste del volcán. En tiempos más recientes hemos notado en la superficie una falla que parece que ha crecido desde el volcán. Esta falla puede ser utilizada para explicar la nueva distribución de las bocas volcánicas.Últimamente todas las bocas se abrieron por la ladera oeste del volcán y a lo largo de esta falla. Así tenemos una teoría que explica muchas observaciones sobre la historia del volcán. Y la presencia de esta falla hace que la parte oeste del volcán sea inestable. Cualquiera que quiera desarrollar una teoría alternativa, debería explicar todas esas facetas del volcán. Y lo cierto es que desde que publicamos esta teoría no se ha presentado nadie con ninguna alternativa. Así que no hay ninguna razón científica para rechazar esta hipótesis”.
-Que, de cumplirse, tendría muy graves consecuencias. ¿También se han estudiado?
“Por supuesto que se ha hecho mucho trabajo sobre las implicaciones. Por ejemplo, sobre el tamaño de un posible deslizamiento; si este será de un sólo golpe o habrá una secuencia de deslizamientos, una detrás de otro. Aunque hay certezas sobre cómo puede ocurrir el colapso y, especialmente, cuánto tiempo puede tardar hasta que ocurra este deslizamiento, tenemos que observar esta posibilidad como un peligro serio existente, porque puede ser un acontecimiento de gran magnitud. Por eso es importante para comprender el comportamiento de Cumbre Vieja hacer un esfuerzo serio de controlar el volcán, que, aunque no tiene erupciones frecuentes, las consecuencias de un colapso, que puede causar una futura erupción, son muy graves”.
-¿La próxima erupción que se produzca en La Palma será con toda seguridad en Cumbre Vieja?
“La Palma consiste en un cierto número de volcanes, pero parece que todos, con la excepción de uno, Cumbre Vieja, están extintos. No ha habido ninguna erupción en otra parte de La Palma en más de 400.000 años”.
-¿Qué posibilidad hay de que la próxima erupción sea la que cause el colapso?
“Una de las cosas que no sabemos es hasta qué punto el desarrollo de la falla ha debilitado el volcán, para que la siguiente erupción pueda ser la que cause el colapso. No lo sabemos. Lo más probable es que el volcán siga teniendo una serie de erupciones durante siglos o incluso varios miles de años y que este proceso lo debilite aún más hasta que llega al punto del colapso. Pero esto es precisamente algo que no sabemos. Una de las cosas más importante será que cuando ocurra la próxima erupción, se pueda monitorizar el lado oeste del volcán para poder localizar terremotos y observar hasta qué punto se pude deformar la ladera del volcán. Porque si el volcán no colapsa con la siguiente erupción, los científicos podrán aprender mucho más de qué forma el volcán se puede deformar en caso de que el magma llegue a la superficie. Así que será muy importante esta información para introducir un modelo superior del volcán. Una vez que tengamos ese modelo, podría ser mucho más fácil calcular cuántas erupciones más tienen que ocurrir para que se produzca el colapso o de qué tamaño deberá ser la erupción que termine de causarlo”.

-Por lo tanto, más tarde o más temprano, se colapsará. Es decir, La Palma tiene un destino trágico, condenada a generar este caos.
“Nosotros sabemos que muchos colapsos de este tipo han ocurrido en el pasado en las Islas Canarias. Son deslizamientos que han dejado cicatrices en las islas , como Cumbre Nueva, aquí en La Palma; o el Valle de La Orotava y Güímar, en Tenerife. Así que de lo que estoy hablando es de un fenómeno que tiene su historia ya comprobada. Ha ocurrido en el pasado y ocurrirá de nuevo en el futuro. El problema está en calcular cuándo puede volver a suceder”.
-Desde que usted formuló su modelo, ¿cree que se ha avanzado en la vigilancia del volcán?
“Hay nuevas tecnologías para observar un volcán, y algunas se aplican actualmente. Pero este es un tema que lleva Nemesio (en referencia al volcanólogo del ITER Nemesio Pérez), que es su departamento. Eso no quiere decir que no se pueda mejorar aún más en tecnología y seguir avanzando para que sea posible observar con más en detalle el volcán Cumbre Vieja”
-Pero sería muy necesario, porque, según su teoría, de llegar a ese colapso, La Palma estaría al nivel de capacidad destrucción de una guerra nuclear, por ejemplo.
“Absolutamente. Lo que siempre es crítico requiere formular una respuesta, hacer un plan de emergencia y tener un aviso previo. Algo va a ocurrir, eso es seguro. Si La Palma entra en una nueva erupción, se debería observar el volcán muy minuciosamente, con muchas técnicas, no solamente desde tierra, en la propia isla, sino también a través de sistemas de satélites, sensores remotos, detección de olas, terremotos, etc”.
-El reciente fenómeno volcánico de El Hierro, ¿tiene algo que ver con este sistema?
“El Hierro, La Palma y Tenerife aparentan ser volcanes separados. Sin embargo, existe la posibilidad de una conexión, pero a una gran profundidad. A cincuenta o cien kilómetros de la superficie. Allí puede ser que haya un intercambio de magma entre las dos islas. Pero, insisto, a una gran profundidad. En la historia de las islas no tenemos constancia de volcanes erupcionando en dos a la vez. Hay incluso una sugerencia que dice que cuando una isla está activa, la otra no lo está. Esta sugerencia, que fue hecha inicialmente por Juan Carelos Carracedo, es muy interesante para comprender de qué forma se desarrollaron las islas y de qué forma están conectadas. Pero esto no quiere decir que en un plazo corto de tiempo, tras el fenómeno del volcán de El Hierro, explote un volcán en La Palma”.