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Una testigo dice que fue violada por Torres Baena mientras su madre agonizaba

EFE | Las Palmas

Una testigo ha afirmado este lunes ante la Audiencia de Las Palmas que el principal acusado del “caso Kárate”, Fernando Torres Baena, la violó a los nueve años mientras su madre agonizaba por una enfermedad terminal, a la que hizo odiar “porque se iba a morir y la iba a dejar sola”.

La testigo, identificada con el número 51, ha explicado al tribunal los abusos sexuales de los que fue objeto por Torres Baena, en una nueva sesión del juicio que se sigue contra éste y otros tres monitores de kárate de su gimnasio, tras el paréntesis de agosto, en una jornada en la que también ha declarado otros cuatro testigos, todos ellos tras un biombo y con un aparato que distorsiona la voz.

Según el testimonio ofrecido por la testigo al tribunal, encargado del mayor proceso judicial por pederastia celebrado en España, Torres Baena aprovechó la confianza “plena” que tenía su familia en él para cuidar de ella y de su hermano en su chalet de Vargas, en el sureste de Gran Canaria.

La joven fue penetrada por vía vaginal en el chalet una semana antes de morir su madre, a cuyo funeral y entierro acudió el acusado, según la testigo.

Según su relato, el excampeón nacional de kárate la hizo sentir, pese a su corta edad, que era su novia, pues le regalaba flores el día de los enamorados e, incluso, hasta un anillo en el que tenía grabado el número 8, que simbolizaba su unión.

La testigo número 51 ha señalado que empezó a entrenar en gimnasio de Torres Baena a los 8 años y que durante los tres años que estuvo en el centro asistió a pocas clases de kárate, pues las horas de entrenamiento “las pasaba en el baño practicando sexo”, bien fueran roces, felaciones, masturbaciones o besos, ha explicado.