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Urgen recortes en las líneas para hacer viable el servicio de guaguas en La Palma

DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma

El mantenimiento del servicio público de guaguas atraviesa un momento crítico debido a que todavía no ha tomado una determinación po el Cabildo para la reducción de frecuencias o líneas necesarias con que hacer sostenible su conservación frente a los recortes económicos que está padeciendo por parte de las administraciones la entidad que realiza el servicio.

Transportes Insular La Palma, cooperativa que presta este servicio en la Isla, junto con el Cabildo, presentaron una propuesta para reducir los 3,6 millones de kilómetros que realizan anualmente hasta tres millones, a la vez que otra serie de medidas que hicieran asumibles los recortes económicos que han sufrido. Sin embargo, hasta ahora, el Gobierno insular n o ha tomado una decisión.

Mientras tanto, la cooperativa sigue prestando el mismo servicio, con el total de kilometraje, a lo que hay que sumar el incremento del coste que ha experimentado el combustible. Nada más que en gasoil, el gasto anual de las guaguas asciende a 1.650.000 euros. “No podemos seguir haciendo 3,6 millones de kilómetros al año”, señala el gerente de Transportes, Juan Hernández. El gestor de la sociedad lamentó que hay “140 familias que viven de esto”, que requieren de una salida a esta situación. Y es que por los recortes que vienen del Cabildo, también el transporte escolar ha sufrido una reducción del 16% con respecto al año pasado.

Todas estas circunstancias obligarán no sólo a la disminución de frecuencias de transportes sino también a la necesidad de subir el coste de la tarifa. En estos momentos ninguna de las líneas de transporte de La Palma es rentable por sí misma, ni siquiera la que une Santa Cruz de La Palma con Los Llanos de Aridane. También es previsible que tengan que afrontar recortes de personal o, al menos, realizar contratos de media jornada.

Accidente

En cuanto al siniestro ocurrido el pasado martes con una guagua que se empotró contra uno de los muros de la Escuela Oficial de Idiomas, Hernández lamentó lo sucedido y señaló que, lo más probable, es que fuera consecuencia de un fallo humano, derivado de olvidar accionar uno de los sistemas de bloqueos del vehículo. “Un despiste lo puede tener cualquiera”, añadió, al tiempo que subrayó que afortunadamente todavía no había comenzado el curso.