JESSICA MORENO | Santa Cruz de Tenerife
El Consejo de Gobierno del Cabildo de Tenerife decidió en la sesión celebrada el pasado 8 de octubre, elevar una queja formal por el trato recibido el viernes anterior por el presidente de esta Corporación insular, Ricardo Melchior, de la Subdelegación del Gobierno en Canarias, a colación de la recepción en el aeropuerto de Los Rodeos del ministro de Artesanía del Reino de Marruecos.
La carta ha sido remitida, concretamente, a la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, la ministra y Portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo. El documento, al que ha tenido acceso DIARIO DE AVISOS, asegura que “el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife -Guillermo Díaz Guerra- impidió mediante órdenes directas al personal del aeropuerto que accedieran a la sala de autoridades tanto el presidente de la Corporación insular como la consejera delegada de Acción Exterior -Delia Herrera-”.
Asimismo, el Consejo de Gobierno acordó “expresar su más enérgica protesta por la conducta y proceder del subdelegado del Gobierno, ex consejero de esta Corporación, entre cuyas labores se encuentra (…) desempeñar las funciones de comunicación, colaboración y cooperación con las corporaciones locales”. Además, el texto que tio¡ene fecha del 11 de octubre , está firmado por Ricardo Melchior.
Cabe destacar que el propio Díaz Guerra desmitió la pasada semana lo sucedido, insistiendo en que en el momento en el que se percató de la presencia del presidente del Cabildo lo invitó a acceder a la sala de autoridades. Del mismo modo, negó que fuera el Cabildo quien solicitara dichas instalaciones para la llegada del ministro marroquí, sino el cónsul de dicho país en Canarias.
ESTRATEGIA
Por su parte, la delegada del Gobierno en Canarias afirmó ayer en el programa de radio Las mañanas de Mencey, que esta denuncia “se basa en una estrategia política” y lo que “intentan es despistar”. Afirmó no entender “cómo se puede estar en este punto”, y recordó que “la sala de aurtoridades está cerrada y el que la quiera usar la tiene que pedir y el Cabildo nunca le pidió”. Insistió en que el subdelegado, “que es un profesional y muy educado”, encomendado por el ministro de Exteriores fue a buscar a Melchior y éste entró, “por lo que no entiendo qué se busca con esto”. Señaló que “no vamos a entrar en descalificativos, pero lo que está claro es que vamos a mantener el respeto institucional”. Por último, mostró su convencimiento de que con esta actitud “lo que intentan es provocar”.