ÁLVARO DÍAZ | Santa Cruz de Tenerife

No hay marcha atrás. Lo dijimos en su día y los hechos nos dan la razón. El Cabildo de Tenerife finalizó, recientemente, la primera fase de una obra de desmonte de parte de los terrenos de su propiedad adquiridos en su día en la zona conocida como Los Duques (parte alta de Atogo, en Granadilla) para la construcción del Circuito Isla de Tenerife, que es como se llamará al en su momento denominado Cidem (Centro Insular de Deportes del Motor).

Aunque la obra todavía no ha salido a licitación -tiene que hacerlo a través de la concesión de obra pública, tanto del trazado como de sus accesos, por un importe total que ronda los 31 millones de euros-, la primera actuación ya es una realidad.

Esta circunstancia hizo que el consejero de Desarrollo de Proyectos, Eduardo Pintado, compareciera ante el Pleno de la Corporación insular e, incluso, se convirtiera en la estrella del mismo en su afán de explicar las razones de la decisión de comenzar la primera ‘actuación urbanística’.

El contratista que saliera del citado concurso de licitación deberá ejecutar los trabajos de los dos proyectos (trazado y accesos) en un plazo estimado de 22 meses, mientras el futuro concesionario (cada vez suena con más fuerza que hay grupos interesados de Emiratos Árabes, Alemania, Estados Unidos e Inglaterra) tendrá un plazo de explotación del circuito durante 40 años.

La superficie total del complejo es de 1.322.341 metros cuadrados. La pista presenta una longitud total de 4.067,95 metros (recta principal de 819 metros). Cuenta con 10 curvas a izquierdas y 5 curvas a derechas, y el sentido de la circulación es contrario al sentido de las agujas del reloj. La anchura del circuito, excepto en la recta principal y curvas contiguas, que es de 15 metros, alcanza los 12 metros.