tribunales >

Condenados a internamiento en un centro dos menores por matar a un hombre

EFE | Málaga

La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a sendas penas de seis y cuatro años de internamiento en un centro de régimen cerrado a dos menores por matar el 12 de marzo de 2011 a un hombre en venganza por un incidente ocurrido la noche antes en una discoteca.

El crimen fue cometido en la plaza Murillo Carreras de Málaga, donde la víctima fue rodeada por los dos menores y otros imputados mayores de edad que ya han sido juzgados y condenados.

Los agresores llevaban cuchillos de grandes dimensiones y tras golpearlo, uno de ellos le propinó un navajazo a la altura del abdomen que le causó la muerte.

En una primera instancia, el Juzgado de Menores número 2 de Málaga los condenó a un total de seis años de internamiento, pero tras el recurso de apelación la Audiencia Provincial de Málaga ha elevado la pena a diez años de internamiento y ha incrementado las indemnizaciones un veinte por ciento.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, se condena a uno de ellos a seis años de internamiento en centro en régimen cerrado, complementados con tres años de libertad vigilada.

Este menor presenta pérdida de visión total de un ojo por un disparo en un atraco, tiene problemas de consumo de drogas en su país, Colombia, y pese a que emigró con la esperanza de encontrar una vida mejor ha permanecido ocioso y sin una actividad concreta.

Al segundo chico se le ha condenado a cuatro años de internamiento en centro de régimen cerrado, seguido de dos años de libertad vigilada.

Este segundo menor, también de origen colombiano y que tenía 15 años cuando ocurrió el crimen, llevaba tres años en España por reagrupación familiar.

Entre los arrestados por esta causa se encuentra un chico de 19 años que contó lo ocurrido por su teléfono móvil mientras huía en un autobús con destino a Madrid y la conversación fue escuchada por otro viajero, casualmente un policía de paisano que alertó al 091.

El joven fue arrestado nada más pisar la estación de autobuses de Madrid, donde le esperaba un dispositivo del Cuerpo Nacional de Policía avisado por el agente de paisano, que viajaba en el asiento contiguo y que alertó a la Policía por medio de mensajes de teléfono.