INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife
El número de personas que buscan un lugar donde cobijarse y vivir fuera de la calle es cada vez mayor en Santa Cruz a medida que aumenta la cifra del paro. La Plataforma por la Dignidad de las Personas vuelve a dar la voz de alarma tras tener que atender el pasado viernes a una persona que estuvo a punto de morir en la vieja fábrica de Celgan. Esta organización argumenta que los sin techo no son atendidos porque no están siquiera empadronados, con lo que no pueden acceder a los Servicios Sociales, ni a las prestaciones, y ni siquiera a las ayudas de las ONG. “Es como si no existiesen”, enfatiza el portavoz, Eloy Cuadra, quien ha presentado un escrito al alcalde de la capital, denunciando la situación a la que se enfrentan cada día las personas sin hogar y exigiendo una solución inmediata a este problema.
El antiguo edificio de Celgán, ubicado en el barrio de Somosierra, sirve de infravivienda a más de quince personas. Las condiciones del mismo son de insalubridad y no cuenta con los servicios básicos de agua y de electricidad. En la misma situación se encuentran otras 18 personas que viven en las chabolas ubicadas bajo el Pabellón Municipal Pancho Camurria y otro número indeterminado que ha ocupado lugares como las instalaciones del Parque Viera y Clavijo, cuevas, o casas en estado ruinoso del barrio de Los Lavaderos y de la zona de Ifara. Hay personas que llevan años viviendo de esta forma, pero también a quienes un desahucio o el desempleo reciente han abocado a esta situación de miseria. El Ayuntamiento, según explica Cuadra, solo cuenta con un censo de las personas que viven literalmente en la calle, pero no de quienes viven en lugares abandonados, ya que, la Unidad Móvil de Acercamiento, encargada de la atención de estas personas, no puede intervenir en lugares cerrados, con lo que quedan desprotegidas. “Aquí solo viene la policía cuando cocinamos con leña por si hay fuego, pero nadie de los Servicios Sociales ha venido por aquí”, comenta una de las personas que vive en el edificio en ruinas de la fábrica de Celgán.
La Plataforma por la Dignidad de las Personas explica que “a pesar de que sabemos que existen cientos de viviendas sin utilizar en Canarias y habilitarlas como pisos tutelados o bien, viviendas unifamiliares sería lo ideal. “Como sabemos que esto no va a ocurrir, al menos exigimos que se les dote de los servicios mínimos como el agua y la luz, y se les retiren los escombros y las basuras de su entorno”. En el escrito al alcalde, Cuadra explica que sin estos suministros básicos se ven obligados a usar velas, luces de batería y otros medios rudimentarios, y cada vez tienen más problemas para encontrar lugares donde les faciliten agua potable y para higiene personal, que deben traerla en garrafas desde otros lugares, por sus propios medios. Estas carencias los llevan a no poder conservar la comida en neveras o cocinarla como es debido, entre otras privaciones.
El portavoz de la plataforma aseguró que tienen testimonios de gente que dice que no le dejan empadronarse agarrándose a cualquier detalle. “No queremos polemizar sobre este asunto pero una persona menos en el padrón, sobre todo si es un sin techo, significa menor gasto social y menos atenciones. No contar con un domicilio oficializado, priva a las personas que viven en la calle o en infraviviendas del acceso a la red de derechos y, por tanto -aseguró Cuadra-, no pueden acceder a ayudas sociales”.