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Una fundación altruista da becas a estudiantes en apuros económicos

Fundación Carlos Salvador y Beatriz
Luis Balbuena, Salvador Pérez y Gabriel Pérez, directivos de la fundación Carlos Salvador y Beatriz. / FRAN PALLERO

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

Los maestros de escuela Salvador Pérez y Aurora Estévez perdieron hace once años a sus hijos en un accidente de tráfico, Carlos Salvador, filólogo, y Beatriz, psicóloga, a la temprana edad de 27 y 25 años. De esa tragedia nació la fundación que lleva el nombre de ambos jóvenes, con la que este matrimonio de guancheros, ya jubilados, sigue luchando por lo que siempre ha guiado su vida: la enseñanza.

Con proyectos de cooperación con pueblos de Sudamérica, pero sabedores de los problemas que ahora atraviesan muchas familias canarias por la crisis económica, ellos y los 170 socios que les acompañan en esta hermosa aventura, han convocado becas destinadas a alumnos de ciclos superiores y universitarios que, con buena trayectoria académica, pasen por dificultades económicas para seguir estudiando.

Los interesados, que deberán residir en Canarias, pueden presentar su solicitud hasta el 31 de octubre a través de la página web de la fundación, www.carlossalvadorybeatrizfundacion.com. La dotación global asciende a 12.000 euros, y la cuantía por beneficiario dependerá de las circunstancias individuales de cada solicitante, aunque intentará que al menos cubra los gastos de libros y material académico de principio de curso.

Es el segundo año que la entidad benéfica convoca estas ayudas, animada por la buena acogida en su primera edición, según explican su presidente, Salvador Pérez (también con una dilatada carrera como periodista en la prensa provincial); su vicepresidente, Luis Balbuena (catedrático de Matemáticas y exconsejero de Educación del Gobier-no canario); y Gabriel Pérez Felipe, maestro de EGB.

El derecho a saber

Les une a los tres la pasión por la enseñanza, que ejercieron desde épocas de la historia canaria en que todo estaba por hacer, en especial en las zonas rurales y los barrios pobres de las áreas metropolitanas, cuando el reto aún era construir colegios e institutos y escolarizar a toda la población infantil.

Ahora asisten con preocupación a ese paso atrás que supone el creciente paro y los recortes de los presupuestos públicos. “Nuestro lema es que con poco se puede hacer mucho, y gracias al esfuerzo de nuestros socios y colaboradores, podemos hacer milagros en el momento actual”, expone Salvador Pérez.

Este maestro -que dio clases en Las Palmas de Gran Canaria, Icod de los Vinos y La Laguna- recuerda que la fundación “es altruista, apolítica, sin ánimo de lucro, con transparencia total en las cuentas y socios de distintas clases sociales, entre los que tan importantes son los que aportan 5 euros al año como los que pueden dar 200 euros”.

Y es que, cuando los factores son la solidaridad y el altruismo, sí que se altera el producto. Y lo sabe el matemático Luis Balbuena. “Sabemos que hay muchos estudiantes, cuyas familias pasan por problemas económicos, que tienen condiciones para seguir estudiando, y no podemos permitir que dejen de hacerlo por falta de medios”, enfatiza quien fuera el primer consejero de Educación de Canarias en su etapa autonómica.

Segunda edición

El secretario de la fundación pide la máxima colaboración de los centros de enseñanza. “Hemos mandado la convocatoria a 93 institutos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y 90 de la de Palmas de Gran Canaria, una vez en septiembre y ahora en octubre, por lo que esperamos den la máxima difusión posible a estas ayudas, que el pasado año llegaron a 15 alumnos de Tenerife, El Hierro y Gran Canaria, y ahora queremos que sean más del doble y de todas las Islas”, afirma Gabriel Pérez.

Durante 14 años fue maestro en el barrio de Cuesta Piedra, de la capital tinerfeña, donde día tras día aplicó sin desmayo su enorme vocación por la enseñanza y su poder transformador de la sociedad. Pero la labor de la fundación tiene un ojo en Canarias y otro en Iberoamérica, donde también ha hecho milagros con poco dinero, como en Paraguay, con la construcción de una escuela para una comunidad de 400 guaraníes en la ciudad paraguaya de Asunción, a 9 de cuyos jóvenes tiene becados para que continúen sus estudios superiores; o en Perú, donando material escolar a los niños indígenas de Incacocha, cerca de la cumbre de Huácuno, a 3.800 metros de altitud. “Eso es más arriba del pico Teide”, apostilla Salvador Pérez. Además de la mencionada web, se puede contactar con la fundación en los teléfonos 650 989 414 y 922 26 38 77, en la dirección postal calle de El Sorondongo, código postal 38205, de La Laguna (Tenerife), o en los emailes info@carlossalvadorybeatrizfundacion.com, fundacioncarlosybeatriz@gmail. com y pavesecarlos@hotmail.com