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Los guachinches de la Isla estarán regulados legalmente en seis meses

Carmen Nieves Rodríguez Fraga
La vicenconsejera de Administraciones Públicas, Carmen Nieves Rodríguez Fraga. / JAVIER GANIVET

JESSICA MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Los guachinches de Canarias estarán regulados por una normativa, por primera vez, dentro de alrededor de seis meses. De esta manera, a través de un decreto, el Gobierno de Canarias pretende atender una demanda elevada por los ayuntamientos del Norte de Tenerife y algunos colectivos empresariales, ya que sobre todo en los últimos años se ha apreciado un aumento de establecimientos que no cumplen con los requisitos de estos negocios.

Así lo confirmó a DIARIO DE AVISOS la viceconsejera de Administraciones Públicas del Gobierno de Canarias, Carmen Nieves Rodríguez Fraga, que precisó que la intención es que el documento esté en vigor en unos seis meses, aunque recordó que todo lleva su procedimiento legal y de consulta.

Insistió en que, aunque la cifra no es del todo cerrada, se han contabilizado solo en Tenerife en torno a 400 guachinches, la gran mayoría en el Norte. La viceconsejera explicó que se trataría de la primera norma, de obligado cumplimiento, que se llevaría a cabo en esta actividad. “Con el decreto ofreceremos una herramienta a los ayuntamientos para que puedan controlar los guachinches, y aquellos que no cumplan, podrán ser cerrados”, matizó. En este sentido, desde el Ejecutivo regional están trabajando en la elaboración del citado documento -que está en fase de borrador- desde las áreas de Administraciones Públicas, Turismo y Agricultura, con el objetivo de “garantizar la supervivencia de este tipo de negocios, al igual que para dar mayor garantías a consumidores y comerciantes”. Además, apuntó que la idea es que a raíz de este control se puedan ofrecer a los turistas como un elemento de la cultura canaria.

Otra de las ventajas que va a permitir este documento es que se pueda elaborar un censo de guachinches, para conocer cuántos hay y dónde se encuentran. De esta manera, los consistorios podrán realizar el control, otorgar las licencias de aperturas, y garantizar que cumplan con las características de estos establecimientos, y no suponga una competencia desleal para la restauración. Rodríguez Fraga recordó que este decreto será consensuado con los ayuntamientos afectados, el Cabildo de Tenerife y las asociaciones profesionales, quienes a su vez pidieron esta herramienta.

La idea es que sea incluida en la ley de actividades clasificadas y se recoja, así, esta figura. “Para mantener este negocio se tendría que pedir el permiso de apertura y abonar las correspondientes tasas, como cualquier otro negocio”, aclaró.

Apuntó que hasta el momento solo existía unas recomendaciones elaboradas por el Cabildo, pero que esta administración no ha podido ir más allá al no tener capacidad para regularlo ni competencia sancionadora.
Por último, hizo hincapié en que la intención del Gobierno “no es la de acabar con los guachinches”.

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Requisitos que se van a exigir

Vino propio. El vino que se vende debe ser de una cosecha propia, y el establecimiento tendrá que estar vinculado a una explotación agrícola, según se prevé que recoja la normativa.

Periodo de apertura. Los guachinches solo podrán ejercer su actividad durante tres o cuatro meses al año, los que elija el propietario.

Platos. Los establecimientos deberán ofrecer solo entre tres y cuatro platos de comida, y en ningún caso postres. Además se restringe la bebida a vino y agua.

Licencias. Los interesados tendrán que solicitar en el ayuntamiento correspondiente el permiso para realizar esta actividad y abonar la cuota que se estipule. Además, se exigirá una poliza de responsabilidad civil mínima, para dar garantías al cliente.

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Similitudes con Galicia y Austria

Aunque el guachinche forme parte de la cultura rural de Canarias, y en particular de Tenerife, a la hora de buscar similitudes con otros territorios, el Gobierno canario encontró negocios bastante parecidos en Galicia y Austria. Se trata de establecimientos concebidos, básicamente, para vender el excedente de vino de la cosecha anual de los viticultores. En concreto se trata de los Heurigen austriacos y los furandos gallegos, que en ambos casos ya se encuentran regulados por una normativa, insistió la responsable de Administraciones Públicas del Ejecutivo regional, Carmen Nieves Rodríguez Fraga. “Entendemos que si en otros sitios este tipo de establecimientos tiene un control y están regulados, no es tan difícil llevar a cabo aquí la misma operación, que beneficiará tanto a los propios consumidores como a los propietarios de los guachinches”, indicó la responsable del área.