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La Luna el secreto estaba en el Zinc

La Luna

DANIEL GARCÍA VELÁZQUEZ | Santa Cruz de Tenerife

La Luna, ese satélite que es fuente de luz, inspiración y de todo tipo de misteriosas teorías. Hoy sabemos un poco más sobre su origen.

La historia sobre su formación, contada por primera vez en su versión moderna en una conferencia en 1975, es la que sigue: Hace unos 4.500 millones de años, cuando el Sistema Solar todavía se encontraba en sus inicios, un enorme cuerpo planetario del tamaño de Marte llamado Theia (la madre de Selene, la luna, en la mitología griega) chocó contra la Tierra. El impacto apocalíptico, imposible de imaginar -el asteroide que acabó con los dinosaurios tenía el tamaño de la isla de Manhattan y ya sabemos lo que provocó-, generó una gran cantidad de escombros que salieron expulsados hacia el espacio.

Ese material terminó unido formando la Luna. Sin embargo, la teoría del gran impacto ha quedado en el limbo durante más de tres décadas, sin ser probada ni refutada, ya que los científicos eran incapaces de leerla, sin saltarse un capítulo, en las marcas químicas de nuestro satélite natural. A día de hoy, investigadores de la Universidad de Washington (St. Louis) y de la Universidad de California (San Diego) creen haber descubierto en las rocas lunares la evidencia, por fin, de que nuestro satélite natural se formó en un golpe de billar cósmico. Los investigadores publicaron en la prestigiosa revista Nature (18 de Octubre de 2012) los resultados de estudios realizados con avanzados instrumentos de precisión al material recolectado de la superficie del satélite.

Con un espectrómetro de masas analizaron las trazas químicas de las rocas lunares que se obtuvieron en las misiones Apolo, además de meteoritos recogidos desde la Antártida para compararlos con material terrestre y de Marte. Así se obtuvieron datos sobre los llamados elementos volátiles que ayudan a entender cómo se forman y evolucionan los planetas. En el caso de la Luna casi no hay evidencia del elemento químico zinc, y se estima que esto es producto de un evento a escala planetaria.

Pero ¿cómo eliminar todos los compuestos volátiles de un planeta, o en este caso, de un satélite? Necesitas un evento de fusión (choque) tremendo para proporcionar el calor necesario para evaporar el zinc. Una colisión gigante planetaria pudo ser la responsable de la erradicación de tales elementos, en lugar de procesos volcánicos a pequeña escala. Según los investigadores, la siguiente etapa de esta investigación es conocer por qué en la Tierra no se agotaron los elementos volátiles como el zinc y similares, una línea de exploración que podría conducir a respuestas acerca de cómo y por qué nuestro planeta está cubierto de agua. Saber de dónde vino toda el agua de la Tierra es una importante pregunta porque si estamos buscando vida en otros planetas, tenemos que reconocer qué condiciones similares son necesarias.

Este trabajo también puede tener implicaciones en el origen de la Tierra, porque el origen de la Luna fue una gran parte del origen de la Tierra. Sin la influencia estabilizadora de La Luna, los científicos creen que la Tierra probablemente sería un lugar muy diferente al que conocemos. Nuestro planeta giraría más rápido, los días serían más cortos y el clima, más caótico y extremo. De hecho, podría haber sido un mundo muy duro, no apto para la evolución de la vida humana.