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Mujeres – Perplejita Me Hallo

Hace tiempo que se me viene antojando algo que nunca creí posible, y es que este país se está poniendo peor para ser muchas cosas (joven, anciano, dependiente, parado, entusiasta…), y en concreto para ser mujer.

Ejemplos hemos tenido unos pocos. El extraño caso del señor de 71 años que jamás tuvo madre, o hermanas, o esposa, o hijas, y de ahí que se permita opinar libremente, desde su cargo de presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, que las leyes son como las mujeres, están para violarlas. Vale que dimitió, consciente de la atrocidad proferida, pero eso no disminuye la naturalidad con que se expresó, como quien manifiesta una verdad asumida.

También están los jueces, simpáticos, rectos y sobrios jueces, que sentencian que tocarle el culo a dos empleadas, besarlas contra su voluntad o restregarse contra ellas no es “acoso”, sino “abusos”, permitiendo así que un tecnicismo jurídico sirva de absolución a un tipejo asqueroso y deje en la más completa indefensión a dos víctimas, a las que mejor les habría ido (parece decir subliminalmente la sentencia) accediendo a los deseos del jefe que las humilló. Quizás sea un aspecto nuevo y poco publicitado de la reforma laboral, yo ya me creo cualquier cosa.

No me hagan hablar de Super Cejas Gallardón y su obsesión por definir a las mujeres exclusivamente en función de la maternidad, maniobrando para enterrar la capacidad de decidir por una misma qué es lo que quiere con su vida y con su cuerpo.

Parece que a las mujeres nos toca luchar. No pasa nada, llevamos toda la vida haciéndolo.