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El precio del tabaco se reduce en las Islas hasta 0,60 céntimos

MARÍA FRESNO – EFE | Santa Cruz de Tenerife

A partir de mañana, dos de octubre, las marcas estrella de Philip Morris tendrán nuevos precios en Canarias. Tal y como anunció este periódico el pasado sábado, la compañía se ha visto obligada a reajustar sus precios con el resto de las marcas del mercado en un intento de recuperar su competitividad.

Según adelantaron ayer a este periódico fuentes del sector, la compañía decidió, a última hora de ayer, rebajar la cajetilla de Marlboro, que tenía un precio recomendado en las Islas de 2,40 euros, a 1,80 euros (0,60 céntimos menos); Marlboro Pocket pasa de 1,90 a 1,50 (0,40 céntimos menos); y L&M de 1,93 euros a 1,40 (una rebaja de 0,53 céntimos). Se trata de uno de los ajustes “defensivos” en precios, más importante realizado por la compañía desde que hace dos años comenzara una batalla comercial en el mercado del tabaco en Canarias.

La creciente demanda de productos más económicos por parte del consumidor, y la proliferacion de marcas con precios por debajo de los 0,80 céntimos, hace que, para Philip Morris, sea “extremadamente difícil y casi insostenible” mantener las principales marcas de la compañía, algunas de ellas por encima de los dos euros. De ahí este reajuste defensivo con el que espera el asentamiento del mercado y la recuperación de su cuota.

Al mismo tiempo, el pasado domingo se conocía que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas será el encargado de adjudicar, a partir del 1 de enero de 2013, la concesión de los estancos “al mejor precio ofertado” en un proceso de subasta. Así se pone de manifiesto en el proyecto de presupuestos generales del Estado de 2013, que incluye una modificación de la ley de mayo de 1998 de ordenación del mercado de tabacos y normativa tributaria.

Según la citada modificación, a partir del 1 de enero de 2013 se establece que el acceso a la titularidad de un expendeduría de tabaco se realizará previa convocatoria de un procedimiento de subasta, en la que se adjudicará “al mejor precio ofertado”. A dicha subasta podrán acudir “quienes con plena capacidad de obrar acrediten unos criterios de selección mínimos determinados reglamentariamente, tales como la solvencia técnica y económica, las características del local, del entorno y de distancia entre expendedurías que se especifique, entre otros”. La concesión de la expendeduría de tabaco tendrá una duración de 25 años y, vencido el plazo, se convocará subasta para la nueva provisión.