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Un presente oscuro por cambiar

El presidente de la Audiencia provincial, José Ramón Navarro. | ACFI PRESS

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Gravísimos problemas pero esperanzadores síntomas de cambio. Son, junto al aplauso al esfuerzo de los profesionales, el diagnóstico compartido por el presidente de la Audiencia provincial, José Ramón Navarro, y la fiscal jefe provincial, Carmen Almendral, en sus discursos pronunciados con motivo de la apertura del Año Judicial 2012/2013, en un acto celebrado ayer en Santa Cruz de Tenerife y que contó con la presencia del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y del Parlamento autonómico, Antonio Castro, entre otras autoridades civiles y militares.

Como no podía ser de otra manera, fue Navarro el que analizó con profundidad el estado actual de la Justicia provincial, que no dudó en resumir como “un presente oscuro” en el que, sin duda, destaca la “deficiencia estructural” en los juzgados de lo Penal”, donde la situación es “realmente preocupante”, tal y como ocurre en los de lo Social. Tampoco es baladí la necesidad de reforzar con un cuarto magistrado las dos secciones de lo Panal de la Audiencia que siguen careciendo del mismo.

A la espera de que, como pronto ocurrirá en La Laguna, la dispersión de los juzgados capitalinos “dificulta la eficacia” en palabras del presidente, que puso el dedo en la llaga al denunciar que, si bien las unidades judiciales provinciales “no responden a la población de hecho y complejidad de los asuntos”, nada se arreglará “por más juzgados que se creen (…) si no se solucionan los defectos de gestión generalizados en los órganos judiciales”.

Pero Navarro proclama como “proactiva” la actitud del personal de Justicia para “involucrarse al máximo en la senda de la transformación del modelo organizativo” que ya está abierta. Así, el magistrado receta como reformas “la definitiva implantación del expediente digital; contar con una estructura judicial y con una leyes procesales estables; la superación del concepto partido judicial -esencial-; y una nueva cartografía judicial que en nuestro territorio debe garantizar el equilibrio entre la eficiencia por un lado y la presencia y cercanía física por otro”. Por su parte, Carmen Almendral lamentó los efectos que en la Administración de Justicia han tenido medidas como “la congelación de plantillas pese al incremento notable del volumen de trabajo”, consecuente con su posterior denuncia de que “la plantilla de la Fiscalía es a todas luces insuficiente”.

Como también hizo durante su intervención Navarro, la fiscal jefe provincial tuvo presente la crisis económica que fustiga a España a la hora de recalcar “la mayor atención a las víctimas de los delitos, y muy especialmente en aquellos casos en los que económicamente el sistema financiero ha fallado en sus más estrictas finalidades”, prosiguió.

En la misma línea, recordó que “todo el que comete un delito es un delincuente cualquiera que sea su posición social o económica, o el cargo que ocupe”, para a continuación denunciar que “no es aceptable que la solidaridad o auxilio de los de su ámbito social, económico o político se convierte en una excusa o en una forma de presión que, mediante descalificaciones de los jueces y fiscales, lo único que logran es sembrar una desconfianza interesada en la Administración de Justicia”, sostuvo.

[apunte]De Villalba Hervás al presidente asesinado

El acto de apertura del Año Judicial celebrado ayer en Santa Cruz de Tenerife sirvió como conmemoración del centenario de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife, la más joven de España por mor de la obstrucción debida en su día al pleito insular, un tema espinoso que José Ramón Navarro supo recordar ayer con elegancia.

Y es que a su vez se cumple el bicentenario de las Cortes de Cádiz, que al fin separa los tres poderes en España y que, en su afán de lograr una Justicia cercana, crea numerosas audiencias por todo el país…, menos en Santa Cruz de Tenerife a pesar de la moción presentada a tal fin. Aquella discriminación, pues fue la tinerfeña la única capital de provincia sin Audiencia, “no tuvo otra consecuencia que la protesta enérgica del diputado tinerfeño Villalba Hervás”. Este mal sí que duró cien años, y hubo que esperar a que en 1912 la ley que constituyó los cabildos estableciera al fin la Audiencia provincial tinerfeña, que cinco años después pasó a la plaza de San Francisco, escenario del acto de ayer.

Como la Historia la hacen las personas, Navarro estuvo a la altura y, tras agradecer a cuanto profesional ha desempeñado sus servicios en la Audiencia, recordó a varios de sus antecesores, empezando por José Ramón Fernández Díaz, asesinado hace 77 años, precisamente, en la plaza de San Francisco, junto a la que se celebraba el acto de ayer.
Especialmente elogioso se mostró Navarro con José Luis Sánchez-Parodi -“primer magistrado que conocí, ejemplo de brillantez intelectual, estudio, trabajo y probidad moral”-, además de José Ramón Alonso Mateo y Roberto Roldán -“cuyas figuran prestigiaron sin duda a esta Audiencia”-, pero también a Casimiro Álvarez, Manuel Díaz Sabina y Rubén Cabrera así como “una mujer inolvidable, María Valpuesta”.

Tras recordar que el dinero empleado en la Justicia es inversión y no gasto, el presidente de la Audiencia provincial recordó que su mejor funcionamiento “facilitará la salida de la difícil coyuntura y con ello el progreso social y económico y el bienestar de nuestra sociedad”.[/apunte]