Premio Príncipe de Asturias >

El Príncipe aboga por superar desencuentros y afrontar futuro desde la unidad

Premios Príncipe de Asturias 2012
Imagen del acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2012. | E.P.

EFE | oviedo

El Príncipe de Asturias ha afirmado hoy que el futuro de España debe construirse “con un pie firme en el presente y con una decidida voluntad de superar los desencuentros”, preservando emociones y sentimientos compartidos para trabajar con “respeto” y confianza mutua “en un mismo proyecto de convivencia”.

Don Felipe ha hecho esta reflexión en el discurso que ha pronunciado en la solemne entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2012, ante la princesa Letizia, la reina Sofía, los galardonados y los 1.600 invitados a la ceremonia, en el Teatro Campoamor de Oviedo.

Su alocución ha estado salpicada de referencias a las dificultades que acarrea la crisis, situación que ha provocado también que colectivos de diversa índole se manifestasen en la capital asturiana para mostrar su malestar por los ajustes presupuestarios y recortes del gobierno de Mariano Rajoy.

De hecho, la llegada de los príncipes, galardonados e invitados ha estado rodeada de un amplio despliegue policial en las inmediaciones del teatro Campoamor, junto al que se dieron cita cientos de manifestantes, entre ellos, muchos empleados públicos.

El Príncipe dedicó una buena parte de su discurso a los “sacrificios que están haciendo tantos españoles” y a la exigencia que ello supone para que los políticos aborden “la gran tarea de encauzar y dar respuesta a los graves problemas que vivimos”.

Así, ha llegado a decir que los españoles viven “momentos decisivos” de su historia, lo que obliga a todos a dar “lo mejor de nosotros mismos” y ha hecho hincapié en que sus diferencias deben respetarse siempre dentro del Estado de Derecho.

“Son tiempos extraordinariamente complejos y difíciles”, ha apuntado el heredero de la Corona, que ha insistido en que “también son tiempos de mirar hacia el futuro con esperanza y responsabilidad, tiempos para la convivencia”.

Ese valor de la convivencia ha sido otro de los argumentos más reiterados en su exposición, porque al reflexionar sobre “la España que queremos en este siglo XXI”, los “cambios muy profundos” que está experimentando la sociedad, la economía y la política, remarca que exigen “nuevas mentalidades y nuevas actitudes”.

Pero también ha dedicado parte de su discurso al papel que políticos e instituciones deben desempeñar ante la crisis, porque, ha advertido, los “sacrificios” que asumen los ciudadanos “acentúan más ese deber de todas las instituciones del Estado de servir a los ciudadanos” y ello “atendiendo en todo momento a los intereses generales”.

Su intervención tuvo lugar tras entregar los premios a la filósofa Martha Nussbaum (Ciencias Sociales), el arquitecto Rafael Moneo (Artes), la Cruz Roja (Cooperación Internacional), los futbolistas Iker Casillas y Xavi Hernández (Deportes), el diseñador de videojuegos Shigeru Miyamoto (Comunicación y Humanidades), los científicos Gregory Winter y Richard Lerner (Investigación) y los Bancos de Alimentos (Concordia).

El único ausente en esta ceremonia fue el escritor estadounidense Philip Roth (Letras), que por problemas de salud no pudo acudir al Teatro Campoamor, donde dejo oír su mensaje de agradecimiento a través del embajador de su país, Alan Solomont.

En su discurso, este novelista ha señalado que nada le hará más feliz que pensar que este galardón le reconoce que ha sido capaz de de mostrar al público español la verdadera realidad estadounidense a través de su obra.

Martha Nussbaum también intervino en esta ceremonia para lanzar el mensaje de que la economía no debe restringirse al crecimiento, sino que tiene que contar también con la filosofía, para articular una buena sociedad que sea sensible a las personas.

La ceremonia, que se prolongó durante cerca de hora y media, también incluyó una breve intervención de Rafael Moneo, que agradeció que el premio de las Artes haya recaído este año en una disciplina que debe estar comprometida con las ciudades y que en estos momentos de crisis no pasa por uno de sus mejores momentos como consecuencia de la crisis económica.

El presidente de la Federación de Sociedades Internacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Tadateru Konoé, y el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, también intervinieron en este acto para agradecer el reconocimiento del que ha sido objeto “la mayor red humanitaria del mundo”, que está a punto de cumplir sus 150 años de historia.

Para todos ellos ha tenido palabras de reconocimiento el Príncipe Felipe, que hoy ha dedicado buena parte de la jornada a recibir en audiencia a patronos, premiados y presidentes de jurado y que mañana concluirá su estancia en Asturias con la entrega del Premio Príncipe al Pueblo Ejemplar, que en esta ocasión ha recaído en Bueño, una pequeña localidad situada a unos cinco kilómetros de Oviedo.