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¿Quedan milagros?> Por Ramiro Cuende Tascón

La palabra milagro nace del latín miraculum, significa «mirar». Así llamaban a todo lo prodigioso que escapaba a su entendimiento, como los eclipses, las estaciones del año y las tempestades. El DRAE define milagro como «hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino». Lo del origen divino tiene su miga. No sé si otros dioses u otras divinidades también hacían o hacen milagros, supongo que algo parecido seguro. Borges en una conferencia sobre el budismo, dijo que… cuando un emperador de la India se hizo budista, no trató de imponer a nadie su nueva religión.

Un buen budista puede ser luterano, o metodista, o presbiteriano, o católico, puede ser prosélito del Islam o de la religión judía, con toda libertad. En cambio, no le está permitido a un cristiano, a un judío, a un musulmán, ser budista. La tolerancia del budismo no es una debilidad, no lo es nunca. ¿Lo entenderá “el españolizador”? No creo.

Alguien, no se sabe dónde, se está dedicando a jugar con la humanidad de otra manera, como el de la foto con los quesos. Después de haberse y seguir dándose gusto con el conocido “tercer mundo”, ahora se divierte aplastando al segundo y tambaleando al primero. Entre otras cosas porque Europa no termina de entender que o pactan otro tipo de acuerdos para consolidar otra forma de relación, basada en la política democrática, y no solo en intereses económicos, o nos pasan por la derecha y por la izquierda. Hoy es necesaria otra Europa.

Al revisar el artículo para enviarlo, me encontré con otro titulado “Jaque a la economía mundial”, decía que: la incapacidad de los países ricos para resolver sus retos amenaza con provocar una recesión generalizada. El impacto de la crisis de los ricos se contagia hacia los emergentes. Ese tal Don Mercado, que juega al Monopoly con la humanidad, tras expoliar con saña a medio mundo en una primera etapa, al que vive y muere sin saber por qué, ha descubierto que puede seguir jugando con el resto.
El último “milagro económico español” lo fue al auspicio de los tecnócratas de los años 60, bajo la atenta mirada del FMI de la época. ¿Se acuerda de los planes de desarrollo? Eso sí que eran milagros.

¿Quedarán milagros? Los budistas no tienen, los nuestros se acabaron y del resto tengo dudas. James Joyce escribió: “La historia es una pesadilla de la que quiero despertarme”. Esta lo es.

No pierda tiempo en cuestiones inútiles. ¿Es finito o infinito el universo? Qué más da.