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Quejas – Por Francisco Pomares

El Gobierno de Canarias se ha quejado al Ministerio de Hacienda por unas declaraciones del ministro Soria sobre la escasa solvencia de Canarias. Soria dijo el lunes, en un acto de la cadena SER en Las Palmas, que si el Gobierno regional solicitó 756 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica -el famoso FLA- fue porque, si no lo hubiera hecho, en tan sólo diez días habría entrado en suspensión de pagos.

Cree Javier González Ortiz, consejero de los dineros, que esa declaración es una grave falta de respeto institucional, una deslealtad, y que “desprestigia la imagen de las Islas ante los mercados”. González Ortiz incluso cuantificó el coste de ese desprestigio de nuestra imagen, que cifró en un aumento de cada punto de la deuda en unos 100 millones de euros. Nada menos. De todas formas no hay que darle mucho valor a las cuentas de González Ortiz. La verdad es que hace ya tiempo que no le salen las sumas al pobre, siempre suma de más en los ingresos y de menos en los gastos, y además, con la rebaja por las agencias de calificación de la deuda española al nivel de los bonos basura, pues tampoco es que la situación de Canarias pueda ser considerada muy diferente de la situación española. En fin, que el que pueda pagar lo que debe (tirando de su propio bolsillo) que tire la primera piedra.

Y ahí es donde duele: a estas alturas, con el país y las regiones colgadas de la brocha, no parece que tenga mucho sentido entrar en batallas sobre la solvencia o falta de solvencia de cada cual. Porque aquí estamos todos en la ruina. Todos: diga lo que diga González Ortiz, Canarias no tiene ya de dónde sacar dinero: con los bancos absolutamente cerrados a cualquier cosa que no sea comprar deuda al cinco por ciento, con un dinero prestado por el Gobierno al uno por ciento, ya me dirán. Con el grifo de los bancos seco, es verdad que Canarias no habría podido hacer frente a sus obligaciones sin recurrir a los millones del FLA. Por eso se pidieron, y todo lo demás son zarandajas.

Pero es que España está exactamente igual: no llegaremos a final de año si no se produce la recompra de la deuda, porque el hecho cierto e incontestable es que en el Tesoro ya no hay con qué pagarla. El mes pasado hubo que tirar de las reservas para pagar las pensiones -más de 3.000 millones-, y este mes pasará otro tanto. Si no se ha pedido todavía el rescate (ahora lo llaman eufemísticamente “compra de deuda por el Banco Central Europeo en los mercados secundarios”) es sólo porque Rajoy cree que en este país todos somos tontos, y quiere repetir la jugada de las andaluzas, antes de pasar el trance de las elecciones gallegas y vascas. Así nos va.