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Las terrazas toman las calles

[apunte]Fotografías: MOISÉS PÉREZ[/apunte]

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

Las terrazas no sólo invaden el verano, sino también el otoño y el invierno en las principales calles portuenses. El casco y la avenida de Colón, en Martiánez, son las vías más afectadas por la proliferación de mesas y sillas, que se ha acentuado aún más en los últimos años ante la prohibición del Gobierno central de fumar en el interior de los establecimientos.

Esta situación ha disparado las quejas vecinales dado que provoca dificultad para transitar y se agrava aún más para aquellas personas que deben desplazarse en sillas de ruedas, con carros de bebé o que tienen algún problema de movilidad. A muchos vecinos también les supone un obstáculo al que deben enfrentarse día a día para poder acceder a sus viviendas o mantener limpia su parte de la acera. Por eso, unos y otros piden que se cumplan las normas y que se termine con los abusos.

Para acabar con esta sobreocupación de la vía pública, el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz ha procedido a modificar la ordenanza aprobada en 2008 que, según el concejal de Comercio, Lope Afonso (PP), “ha quedado obsoleta al no captar las necesidades del municipio de mantener una ordenación de la vía pública de acuerdo al incremento que se estaba produciendo en la demanda de terrazas de cafeterías, bares y restaurantes”. Además, se quiso aprovechar la existencia del Plan Especial del Casco (PEC) que también regulará cuestiones que afectan a la estética del espacio público.

Teniendo en cuenta esta coyuntura, se procedió a modificar el documento con el fin de adaptarlo técnicamente a todas las restricciones de las normas que están vigentes en materia de flexibilidad, seguridad y espacio público. Así, Afonso señala que se ha hecho hincapié en dos cuestiones fundamentales, la regulación del espacio a ocupar y la orientación estética.

UNIFICACIÓN DE COLORES
Respecto a esta última, se pasó a establecer el color que deben tener los parasoles y toldos, que en el casco deben ser beige o crudo, mientras que fuera de esta zona también se permite el granate, dos colores que “son combinables fácilmente y suelen dar una imagen de calidad en el cliente”, opina el edil.

Asimismo, se prohíbe la publicidad en el mobiliario, tanto en parasoles como en mesas y sillas y se descarta el plástico como material principal, permitiéndose otros como aluminio, hierro y madera.

CERTIFICADO
En lo que se refiere a la superficie a ocupar, una vez publicada la ordenanza en el boletín oficial correspondiente, los responsables de los locales deberán contar con un certificado de aptitud del espacio público emitido por la oficina técnica municipal, que seguirá un criterio objetivo y definido por el tipo de fachada, de vía y de desviaciones de esta última. Como consecuencia, la ordenanza fiscal que lleva aparejada esta normativa establece que se cobrará una tasa en función de la superficie ocupada y no en base al número de elementos, como se hacía hasta ahora y que “daba lugar a picarescas, llegándose a triplicar en algunos casos”, señala el concejal.

El Ayuntamiento advirtió de esto último a los hosteleros y a los comerciantes que con los expositores de sus tiendas incumplían la legalidad vigente y giró liquidaciones, previa visita de la Policía local y de los técnicos. Ello derivó en que la concejalía de Comercio disponga de un censo de los establecimientos que ocupan una superficie sin estar autorizados para ello así como de aquellos que no cuentan con este permiso.

Como consecuencia de ello, se ha cobrado una tasa “importantísima. La mayoría lo está pagando, algunos con la concepción equivocada de que los autoriza a seguir haciéndolo”, afirma el concejal. No obstante, las liquidaciones que se están girando “son considerables como para que se piensen seguir incumpliendo”, recalca.

ELEMENTO DE PRESIÓN
Lope Afonso aclara que no pretende que la ordenanza “sea un elemento de presión” sobre los comerciantes sino que éstos entiendan que su cumplimiento va a redundar sobre la imagen de su negocio y, al mismo tiempo, dejará una vía cómoda de paso tanto para los clientes como para el público en general. Dada la actual situación económica, se ha establecido un periodo de seis meses para que los establecimientos puedan adaptar el mobiliario aunque se les ha informado a través de una circular de los cambios.

Se trata, en definitiva, de regular la ocupación de la vía pública y para ello, es indispensable que las terrazas dejen de ser las dueñas de la calle y compartan su reinado con el peatón. Para ello es fundamental que lo aprobado “no quede en papel mojado”, como subrayan los tres grupos de la oposición en el Ayuntamiento, como ha ocurrido hasta ahora, que ha habido un incumplimiento de un texto que lleva en vigor más de tres años.

[apunte]Reacciones de la oposición
David Bernat (PSC-PSOE): “Con las modificaciones aprobadas por el Gobierno local de CC-PP, se abre la puerta a una cierta arbitrariedad a la hora de conceder la ocupación de la vía en algunos casos, al eliminar los requisitos objetivos establecidos en el anterior texto. La exigencia de informe técnico no subsana del todo esta situación, ya que es la propia ordenanza la que le marca al técnico la posibilidad o no de ocupación”.

Jaime Coello (VxP): “Los cambios con respecto a la ordenanza vigente, que entró en vigor en 2008, son mínimos. La regulación de la parte estética y de materiales no aporta nada significativo porque ya había una regulación al respecto que nunca se cumplió. Más que una nueva ordenanza, las calles del municipio y los vecinos están pidiendo a gritos que se aplique la que está vigente y se garantice el derecho de paso de los viandantes”.

Jonás González (IUC):
“Estamos de acuerdo en que se regule en función a los metros cuadrados de cada establecimiento, pero también que haya un cumplimiento real de las sanciones que contempla y que si se excede no sea suficiente con pagar una multa sino que se debe retirar el material. También hacemos un llamamiento a los empresarios para que realicen un esfuerzo inversor, como lo han hecho algunas administraciones, y se adapten al destino turístico”.[/apunte]