
T. F. | Santa Cruz de Tenerife
Se retracta. El joven irlandés acusado de asesinar a otro español en una riña acaecida en Las Américas durante la madrugada del 30 de abril de 2010 negó ayer que fuera el responsable de la muerte de Abraham, a pesar de que confesó en sede judicial y que también lo reconoció en una carta meses después, cuando ya se encontraba en prisión. Cuestionado al respecto, Keith sostuvo que la policía lo torturó y que escribió la misiva para que exculpasen a su novia y la excarcelasen, lo que finalmente ocurrió. Sin embargo, ella dio ayer una versión distinta de la pelea.
Tras la preceptiva elección a puerta cerrada de los miembros del jurado popular, arrancó ayer el juicio por la muerte violenta de un chico español muerto de una cuchillada en el cuello aquella aciaga noche. Antes de comenzar, amigos y familiares de la víctima manifestaron con camisetas y pancartas su deseo de que se haga justicia.
Ya en audiencia pública, el principal acusado -la Fiscalía le pide 17 años de cárcel por asesinato y las acusaciones particulares veinte- explicó que la riña entre las dos parejas, la irlandesa y la española, se inició entre ellas pero llegó a negar que él pelease contra Abraham, sino que sintió un duro golpe en la cabeza que lo tumbó, y que tras recibir otro se marchó al hotel. Cuando volvió -dijo-, el infortunado yacía en el suelo y la policía lo detuvo.
Sin embargo, su entonces novia Sara -la Fiscalía le pide tres años de cárcel por lesiones- aseguró que la riña arranca cuando ellos volvían a casa de beber “cervezas y doce vodkas con Red Bull” y el coche de los españoles los alcanzó y la puerta del copiloto la golpeó al abrirse súbitamente, relato en el que coincidió posteriormente la española. Pero Sara sí que habló de una pelea entre ambos chicos, aunque luego asegura de recordar nada.
En cuanto a la española, las acusaciones no pudieron aprovechar el mejor testigo posible. Se contradijo tanto, presa de unos nervios que acabó contagiando a todos los demás.