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La alcaldía enfrenta a un gobierno de CC incapaz de decidir la sucesión

NICOLÁS DORTA | Arona

El debate para decidir quién será el nuevo alcalde tensó ayer aún más la fina cuerda que sostiene las relaciones del grupo de Gobierno en Arona, que, a tenor de lo ocurrido ayer, es incapaz de unificar criterios en medio de una guerra bipolar entre Francisco Niño, primer teniente de alcalde y responsable de Turismo, y Antonio Sosa, concejal de Medio Ambiente, portavoz y número cuatro en la lista electoral. En esta pelea por convertirse en el nuevo alcalde, no obstante, también han surgido otros nombres para obtener un poder que se ha destapado más atractivo de lo que parecía.

Ayer, el todavía alcalde, José Alberto González Reverón, reunió a los suyos desde primera hora de la mañana en el Centro Cultural de Los Cristianos para tomar una decisión. Pero no hubo acuerdo. A las 18.00 horas los nacionalistas volvieron a sentarse, un gobierno este que presumía de estar unido en el apoyo a Reverón en plenos y ruedas de prensa tras conocerse la sentencia de inhabilitación.

Llegó la noche y tampoco: Niño, cómodo en el puesto, se ve capaz y exige sus derechos. Sosa, portavoz del Gobierno, aporta la experiencia de la que Niño, médico de profesión, carece. Fuentes del propio Gobierno reconocen a DIARIO DE AVISOS lo complicado de llegar a un acuerdo por estos enfrentamientos en un partido que siempre ha presumido de estar a la altura de las circunstancias. El propio Reverón, según las mismas fuentes, se ha visto entre la espada y la pared para poder nombrar a su sucesor, algo que a priori parecía sencillo. En breve, un pleno extraordinario tomará cuenta de la inhabilitación del alcalde, condenado por prevaricación, y del nuevo sucesor. Así, otra etapa política comienza en Arona con un escenario convulso: el propio Gobierno enfrentado y una oposición (CAN, PSOE, PP y Ciudadanos) que aprovechará cualquier desliz de los nacionalistas para jugar sus cartas.