V. PÉREZ / S. ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

El mal tiempo sigue instalado sobre Canarias. Una profunda borrasca permanece estacionaria al noroeste de las Islas arrastrando aire húmedo y cálido del suroeste, procedente de zonas casi tropicales, lo que crea las condiciones para que, al chocar con las Islas, las masas de nubes se espesen aun más y caigan precipitaciones abundantes.

Por el momento, para hoy el Gobierno canario mantiene la alerta por vientos de hasta 85 kilómetros por hora en medianías y cumbres de Tenerife y La Palma, y se ha rebajado a prealerta la situación por lluvias, que serán de hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora y de hasta 60 en 12 horas.

En la jornada de ayer, cayeron más de 100 litros por metro cuadrado en El Hierro, 83 en Las Cañadas, 80 en el sur de Gran Canaria y 69 en La Palma, como registros más destacados. Por lo que respecta al viento, se midieron rachas máximas de 143 kilómetros por hora en las cumbres de Tenerife, 108 en las de Gran Canaria y 91 en las de El Hierro.

Con tal panorama, era de esperar que se produjeran desprendimientos, y así ocurrió en la autopista del Sur, concretamente en la curva de Las Caletillas, produciendo importantes retenciones de tráfico. En la capital tinerfeña fue necesario cortar parte de la avenida marítima hacia San Andrés por la caída de un muro frente a la Escuela de Náutica, suceso por el que una persona recibió asistencia al sufrir una crisis de ansiedad.

El sector peor parado ha sido el agrícola, sobre todo las fincas de plataneras, con daños importantes especialmente en Los Silos y Buenavista y el este de La Palma, donde el viento ha tirado un número significativo de las plantas, según informó la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan).

La inestabilidad atmosférica se mantendrá varios días más, con lluvias moderadas e, incluso fuertes hasta el viernes, así como vientos en altura, según el director accidental del centro zonal de la Agencia Estatal de Meteorología, José María Rodríguez.

[apunte]Educación dice que los ayuntamientos no comunicaron el cierre de los colegios
Saray Encinoso | Santa Cruz de Tenerife

La comunicación siempre es importante, pero cuando hay temporal lo es más. Las familias y los docentes de las Islas pudieron comprobarlo ayer. Muchos ayuntamientos cerraron los centros como medida de precaución después de las fuertes rachas de viento del martes. El problema es que en numerosos casos esa información no llegó a tiempo a la Consejería de Educación. Según el director general de Infraestructura Educativa y Centros, Demetrio Suárez, “no fue culpa de nadie”, pero reconoció que la información no llegó a donde tenía que llegar: “los ayuntamientos no informaron a Educación” del cierre de los centros.

A pesar de ello, Suaréz consideró que “no hubo falta de coordinación” y que los consistorios tomaron sus propias decisiones porque “tienen capacidad para hacerlo”. Algunos ayuntamientos, sin embargo, no parecen querer asumir esas competencias. Un ejemplo de ello es el alcalde de Candelaria, Gumersindo García que, en declaraciones a la Cadena Ser, denunció la falta de coordinación y solicitó al Gobierno de Canarias que asuma la responsabilidad de decretar el cierre o no de los centros. Según García, la Consejería tiene mucha más información de la Dirección General de Seguridad y Emergencias y, por tanto, está mejor capacitada que los ayuntamientos a la hora de tomar este tipo de decisiones.

La Consejería, no obstante, solo suspendió las actividades que se desarrollaron durante la tarde-noche del martes. El miércoles mantuvo la actividad lectiva, a pesar de que en La Gomera, El Hierro y el norte de Tenerife optaron por hacer lo contrario.

Demetrios Suárez subrayó que Educación pensó que era lo más oportuno teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas que manejaba el Gobierno. “Quien mejor sabe qué va a pasar es la Dirección General de Emergencias”.[/apunte]