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Así se desplomó el edificio Imperial: el colapso del coloso, en 19 pasos

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

EDIFICIO IMPERIAL DERRUMBADO
Visión interior del Imperial, ya colapsado y antes del derrumbe final. / DA

Era un coloso en pleno centro de la capital tinerfeña, con fachadas a La Marina, San Francisco y San Martín. Allí estaban Trasmediterránea, el PP y ¡hasta el Instituto Nacional de Vivienda! En 1994, apenas 20 años después de construirlo, la estructura del edificio Imperial se colapsó y hubo que tirarlo.

Una pormenorizada sentencia dictada por la magistrada María del Mar Sánchez, titular del 1ª Instancia de Santa Cruz de Tenerife, desmenuza en 19 pasos cómo pudo ocurrir.

Primero: no tuvo licencia de ocupación hasta 1988 porque se construyó un sobreático que hubo que demoler.

Segundo: un vecino pide en una Junta de 1976 un dictamen técnico ante la aparición de “preocupantes grietas”.

Tercero: otro propietario se queja ante el Ayuntamiento en 1977: “… existen grietas en todas las plantas (…) con roturas de tuberías y azulejos, desprendimientos de rodapiés”.

Cuarto: el Ministerio de Vivienda reconoce que “al parecer han flexado los forjados de algunas plantas (…). Ya hubo que reforzar el techo del garaje”.

Quinto: uno de los arquitectos del Imperial reconoce los problemas pero concluye que “la estructura portante del edificio no tiene indicios de disminución”.

Sexto: otro vecino se queja al Ministerio en 1978 de que las grietas “traspasan la pared”.

Séptimo: la denuncia de otro vecino provoca que se hagan reparaciones en dos viviendas.

Octavo: la Junta aprueba en 1978 una derrama para encargar un estudio ante “las numerosas deficiencias en la estructura”.

Noveno: dicho informe llega a finales de 1978 y alerta de que hay “anómalo comportamiento estructural (…) que puede afectar a la seguridad general”.

Décimo: una Junta de 1979 decide junto a los arquitectos originarios contratar a otros tres para un nuevo informe

Undécimo: un aparejador del Ministerio advierte en 1980 que su propia sede en el Imperial presenta tales deficiencias que “en ocasiones se ha manifestado la necesidad del desalojo”.

Duodécimo: el mismo aparejador del Ministerio de Vivienda y un colega suyo de Obras Públicas detectan una puerta “fuera de escuadro”. Hablan de “posibles movimientos graves de la estructura”.

Decimotercero: los arquitectos del edificio señalan a la “excesiva carga” por el archivo (Trasmediterránea y Vivienda), que cifran “en 1.500 kg/m2 por los 800 Kg/m2 previstos”.

Decimocuarto: Obras Públicas visita el Imperial en 1980 y destaca que hay “puertas que no cierran y plaquetas que han caído a la calle”.

Decimoquinto: el constructor Amador Melián reconoce por escrito “enormes preocupaciones de los comuneros” y “anomalías que se vienen apreciando”.

Decimosexto: desde el 13 de octubre de 1980 al derrumbe no hay actuación externa conocida.

Decimoséptimo: se ejecutan obras en el pilar 26.

Decimooctavo: en la tarde del 18 de marzo de 1994 se colapsa ese pilar 26 y se desaloja el edificio. Al día siguiente se desploma la fachada de San Francisco y unos 90 m2 hacia la calle.

Decimonoveno: el 1 de agosto de 1994 Urbanismo declara el Imperial en ruina y ordena su demolición.