(des)trozos>

Calma total> Por Luis Padilla

Tras diez jornadas, el Tenerife se mantiene como líder invicto en medio de una calma absoluta. Y preocupante, claro. Porque el periodismo nunca se ha llevado bien con el aburrimiento y la ausencia de (malas) noticias. Y ya dice el refrán que “cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo”.

POLÉMICAS. Buen fútbol, notables resultados, cero derrotas, un liderato solvente, un entrenador que no fabrica problemas, una plantilla disciplinada, un director deportivo eficaz pero no lenguaraz, unos consejeros inexistentes, un presidente desaparecido… Llegado noviembre, el Tenerife no ofrece un solo motivo para alimentar la polémica. Porque el dilema a la hora de elegir entre Chechu y Suso para la banda derecha no pasa de ser una decisión técnica y el posible aplazamiento del Tenerife-Salamanca por culpa de los Reyes Magos aún queda demasiado lejano. Mal asunto para un periodismo y para unos aficionados acostumbrados a la crítica despiadada.

CONSUELO. En espera de que el Tenerife pierda para abrir la caja de Pandora, el consuelo para pesimistas y periodistas (y muchos aficionados, insisto) es alimentar dudas con alguna certeza y varias predicciones: “Estas victorias no valen. Lo que importa son las eliminatorias de ascenso”; “Salamanca y Oviedo van a poner al equipo en su sitio”; “como el año pasado, ya vendrá algún equipo de los de abajo y te gana”; “el equipo no está mal, pero falta un delantero con gol”; “el equipo no está mal, pero falta un centrocampista organizador”; “el equipo no está mal, pero falta un central contundente”… Cualquier opción es válida. Menos disfrutar, claro.