Centenario – Luis Padilla

El Tenerife cumplió el miércoles cien años de vida. No lo celebró. Nada obliga al actual presidente a dignificar el centenario de la fundación de la institución que ahora dirige. Excepto el sentido común. Por eso creo que Miguel Concepción se equivoca, porque a día de hoy puede ser el dueño del club, pero no es el propietario de la memoria ni del sentimiento de sus aficionados.

HISTORIA. El Tenerife nació el 21 de noviembre de 1912 en el Centro de Dependientes de Santa Cruz de Tenerife. Esa noche se constituyó su primera junta directiva, presidida por Juan Yanes Rodríguez. Meses después ya disponía de un coqueto campo de curiosas dimensiones (100 x 50 metros) en la calle Miraflores, junto al barranco de Santos. Allí disputó en 1913 el primer derby ante el Victoria y un año después, con Campisa como técnico y su once de gala (Acea; Pordage, Cabrera; Benito, Bello, Feria; Davidson, Franquis, Champion, Corbella y Del Pino), se proclamó campeón regional al golear (4-0) al Marino de Las Palmas.

SUGERENCIA. Desde aquellos días, el Tenerife ha cambiado una sola vez de hogar (en 1925 se trasladó al Stadium, el actual Heliodoro), en varias ocasiones de denominación y en determinados momentos de uniforme… pero jamás ha dejado de ser el Tenerife. Y de tener el apoyo de miles de ciudadanos, que han transmitido su sentimiento de generación en generación. La última modificación le llevó a cambiar su nombre y sus estatutos para constituirse en Sociedad Anónima Deportiva. Mañana se cumplen veinte años de la culminación de este proceso de conversión. Tal vez al empresario Miguel Concepción le apetezca más celebrar esta efeméride.