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España y Brasil disputarán la final esperada en el Mundial

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Los jugadores de la selección española de futbol sala celebran un gol. | RFEF

EUROPA PRESS | Madrid

La selección española de fútbol sala disputará su quinta final mundialista consecutiva tras derrotar este viernes con trabajo, pero mostrando su superioridad, a Italia por un claro 4-1, en un encuentro dominado por los de José Venancio López, muy superiores, sobre todo en la segunda parte. Su rival el domingo será Brasil, que acabó con el sueño de Colombia (3-1) y defenderá su corona.

España no falló a su cita. Lo lleva haciendo casi con puntualidad británica desde 1996 y el único traspié fue en el Europeo de 2003 donde cayó en semifinales ante la ‘azzurra’, campeona posteriormente. Pero han pasado nueve años y desde entonces se ha convertido en la habitual del partido decisivo, por encima incluso de la todopoderosa Brasil, que falló en el Mundial de 2004.

Y esa racha, ni la de invicto que acumula desde 2005, no se vio cortada ante los de Roberto Menichelli, combativos, pero que tuvieron que hincar la rodilla al final, pese a que soñaron por un momento poner las cosas muy complicadas, exactamente 11 segundos.

Un error en un cambio, un saque rápido de Mammarella, sostén transalpino hasta entonces, y el partido empatado en el segundo tiempo. El panorama parecía complicarse, pero surgió Alemao, en la soledad del segundo palo, para declinar nuevamente la balanza, un golpe contra el que ya no tuvo respuesta su rival, que acabó goleado en un choque abierto por una jugada de fortuna a favor de los españoles.

Fue un partido de poder a poder. La ‘azzurra’, como estaba previsto, se mostró muy sólida atrás y creó peligro por medio sobre todo de Lima y Romano, aunque la pelota fue de inicio de la doble campeona del mundo, nuevamente con Fernando y Aicardo como mejores hombres.

El pivote azulgrana, como ante Rusia, dio mucha salida a los de José Venancio López, que se hicieron con el mando del choque y gozaron de buenas ocasiones que Mammarella se encargó de abortar, sobre todo una del ala gaditano del FC Barcelona Alusport, que volvió a conectar con su compañero hispano-brasileño.

Con el paso de los minutos, los de Roberto Menichelli se fueron desquitando el dominio inicial de España, y tuvieron una buena ocasión en un error en la salida de la hexacampeona continental, y el balón, rebotado en Lima, se estrelló en el palo de la portería de Juanjo.

Poco después, la mala fortuna se volvió a topar con Italia. Saad, su mejor jugador del torneo, metió instintivamente la pierna a un saque de banda de la campeona de Europa, y desvió la pelota hacia su portería, abriendo la final para la selección española. Los de Menichelli trataron de reaccionar, pero el marcador no se movió, con los de Venancio López encontrando siempre aire en la salida a Fernandao del polivalente Torras.

ESPAÑA SALE MUY FUERTE EN LA SEGUNDA PARTE.

En la reanudación, la doble campeona del mundo demostró haber aprendido de la experiencia de los cuartos ante Rusia y la volteó. En lugar de ser encerrada, encajonó atrás a la ‘azzurra’, que se encomendó entonces a Mammarella para evitar que la semifinal se acabase antes de tiempo.

España gozó de un carrusel de ocasiones que el portero italiano se encargó de abortar, e incluso golpeó dos veces los palos por medio de Fernandao y Miguelín. El partido se tornaba del color rojo, cuando el combinado nacional no esquivó un despiste. Un error en un cambio y la rapidez de Mammarella en el saque dejaron solo a Merlim, que no perdonó ante Juanjo.

Italia encontraba un premio inesperado, pero no supo guardarlo como merecía y apenas diez segundos después, fue su defensa la que se despistó para dejar solo en el segundo palo a Alemao. El veterano hispano-brasileño empujó la pelota con tranquilidad y devolvió el protagonismo en la semifinal.

La ‘azzurra’ recurrió al ‘portero-jugador’ que tan buen resultado le había dado ante Portugal. La hexacampeona de Europa lo defendió con agresividad y no pasó los apuros de Rusia, y además sentenció. Tenia una cita con la final el domingo, y Sergio Lozano y Lin se encargaron de que no hubiese retrasos.

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FICHA TÉCNICA

ITALIA, 1
ESPAÑA, 4

ITALIA: Mammarella, Forte, Romano, Fortino y Saad –cinco inicial–, Ercolessi, Lima, Honorio, Merlim y Vampeta.

ESPAÑA: Juanjo, Kike, Aicardo, Alemao y Fernandao –cinco inicial–, Ortiz, Torras, Álvaro, Borja, Lin, Sergio Lozano y Miguelín.

GOLES. 0-1, minuto 9. Saad, en propia puerta. 1-1, minuto 30. Merlim. 1-2, minuto 30. Alemao. 1-3, minuto 34. Sergio Lozano. 1-4, minuto 38. Lin.

ÁRBITROS: Nurdin Bukuev (KGZ) y Naoki Miyatani (JPN). Amonestaron a Saad, por Italia, y a Aicardo y Miguelín, por España.

PABELLÓN: Estadio de Nimibutr, Bangkok.

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Brasil acaba con el sueño de Colombia y defenderá su corona ante España

La selección de Brasil será el rival este domingo de España en la final del Mundial de Fútbol Sala, que se disputa en Tailandia, tras acabar con el sueño de la sorprendente Colombia al imponerse en la segunda semifinal por 3-1.

De este modo, la ‘canarinha’ y la ‘Roja’ reeditarán la final de hace cuatro años en suelo brasileño, que se decantó del lado del anfitrión en la tanda de penaltis, y se volverán a medir en el último partido mundialista por cuarta ocasión, tras hacer lo también en las citas de 1996 y 2000.

Los de Marcos Sorato tuvieron que trabajar más de lo previsto para batir a una Colombia, sorpresa del torneo tras dejar fuera en los cruces a rivales más potentes y expertos como Irán y Ucrania. La actual campeona salió muy concentrada y antes del minuto de juego, dominaba por 1-0 gracias al gol del azulgrana Gabriel.

Sin embargo, y pese a que una posible goleada planeó entonces en el ambiente, esta no se produjo. Los colombianos aguantaron con mucho sacrificio, e incluso se permitieron el lujo de alargar su sueño cuando Toro empató el choque en el tramo final del primer acto.

Brasil no se puso nerviosa y continuó dominando en la reanudación, donde en apenas en un minuto llegó la sentencia con un nuevo gol de Gabriel y otro en propia meta de Toro. Colombia no se quiso rendir sin plantar cara, pero no fue suficiente.