TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Y las guaguas volvieron a reinar por un día… a cuenta de la Noche en Blanco lagunera.
La decisión de los conductores de los tranvías, que hicieron coincidir el ejercicio de su derecho a la huelga con la exitosa jornada de ocio de la Ciudad de los Adelantados, permitió a los vehículos verdes de Transporte Insular de Tenerife (TITSA) recuperar el protagonismo perdido con la irrupción del transporte rígido en el área metropolitana de la Isla de Tenerife.
Aunque los conductores son 50 de los 170 trabajadores de Metropolitano de Tenerife, obviamente paralizaron un servicio que se reforzaba para esa jornada dado en las tres ediciones anteriores ya llevó a miles y miles de santacruceros hasta la ciudad de Aguere.
Para mayor abundamiento del trastorno, los servicios mínimos dictados por el Gobierno de Canarias tomaron como referencia los horarios de un día cualquiera, lo que prácticamente condenó al tranvía a transcurrir cada media hora desde las seis de la tarde.
Con buen criterio y en coordinación con Cabildo y Subdelegación de Gobierno, las catenarias se desconectaron a las once de la noche para evitar algaradas de aquellos usuarios que, desconociendo las razones, se toparan con un servicio plenamente insuficientemente, ya que a esa hora sólo se le autorizaba a circular cada hora. Así las cosas, los que deseaban ir a La Laguna tornaron sus ojos a las clásicas rutas de TITSA: la directa 015, que transcurre por la TF-5 -la llamada autopista del Norte-, y la popular 014, que transcurre por la Cuesta subiendo desde la Cruz del Señor.
Como quiera que tanto Metropolitano de Tenerife como Titsa son empresas controladas por el Cabildo Insular, la coordinación entre ambas resultó exquisita.
Previendo el aumento de demanda, a la hora de comunicar los problemas del tranvía incluían ya el refuerzo de ambas líneas, que llegaron a tener una cadencia de cinco minutos, aunque varios usuarios de aquella noche elevan el mismo a los diez minutos.
Sea como fuere, el término guaguing se popularizó velozmente entre los jóvenes usuarios tinerfeños de redes sociales y las paradas registraron una inusual concurrencia a la que , avisada, respondió con holgura y eficiencia, respaldada por los carriles bus habilitados por el Cabildo.
En un despliegue propio de la ocasión, hasta veinticuatro guaguas comunicaron las dos ciudades entre las once y las tres de la mañana. Como quiera que la noche fue larga, catorce de ellas continuaron desde las tres hasta las seis de la madrugada.
Aún es pronto para el cómputo total, pero ya se puede decir que se apuntaron al guaguing entre 15.000 y 18.000 personas. Definitivamente, fue la reina de la Noche.
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Esa relación…
Desde que comenzaron a instalarse los raíles del tranvía empezaron a correr los rumores en Santa Cruz de Tenerife y La Laguna acerca de la rivalidad que inevitablemente surgiría entre los recién llegados y las guaguas de TITSA. Que si les quitaban las mejores rutas, que si iba a provocar despidos… Es sabido que lo que se desconoce genera miedo, y la leyenda urbana de un pique entre Metropolitano y TITSA se extendió entre la población. Sin embargo, noches como la pasada desmienten el bulo: la coordinación fue total, al punto de que en las paradas del tranvía figuraban carteles anunciando la alternativa de la guagua.
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