EFE | Bilbao

El PSE ha presentado hoy un documento al PNV en el que se muestra partidario de buscar la reinserción de los presos de ETA siempre que se respete la legalidad y que los propios reclusos de la banda terrorista “renuncien a la violencia” y estén dispuestos a reintegrarse en la sociedad en paz.

El lehendakari en funciones, Patxi López, ha trasladado al líder del PNV, Iñigo Urkullu, un texto de 15 páginas, al que ha tenido acceso Efe, en el que resume sus condiciones en materia económica, de paz y de autogobierno para llegar a acuerdos en estos ámbitos.

En el capítulo dedicado a la convivencia, el PSE se inclina por seguir trabajando en la ponencia de paz que se constituyó en la pasada legislatura en el Parlamento de Vitoria con el fin de “buscar de forma activa y pública la disolución definitiva de ETA”.

Los socialistas se muestran partidarios de flexibilizar la política penitenciaria y de facilitar beneficios a los presos de ETA “siempre respetando la legalidad y en la medida que los propios presos renuncien a la violencia e inicien el camino de la reinserción”.

“Las políticas penitenciarias aplicadas han contribuido a acelerar el final de ETA. En la actualidad, deberían ayudar a cerrar las heridas causadas por el terrorismo y a facilitar la reinserción de los penados”, apunta el documento.

El PSE considera que la memoria debe ser un elemento capital de “la nueva concordia entre vascos” y que es necesario deslegitimar la actividad terrorista del pasado.

También defiende mantener el 10 de noviembre como Día Institucional de la Memoria y desarrollar el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos.

Otra propuesta es fomentar en los centros educativos la tolerancia respecto al diferente, así como el conocimiento de lo ocurrido durante los años de violencia de ETA.

En cuanto al futuro marco político de Euskadi, López insiste en que su objetivo pasa por “reforzar el compromiso con el autogobierno vasco” y de evitar que el nuevo tiempo que vive esta región comience con “enfrentamientos ciudadanos”.

“La función de los poderes públicos no debe ser, en ningún caso, fomentar la identidad común y uniforme, sino al contrario, garantizar que cada uno pueda decidir su identidad”, se dice en el texto.

Los socialistas advierten al PNV de que “romper con la legalidad y los procedimientos descalifica y anula por sí mismo todo intento de reforma institucional”.

El grueso del documento enviado se refiere al ámbito económico. López defiende un gran pacto económico que no se limite a un acuerdo “de no agresión presupuestaria” y de “reparto de poder político”, sino que aborde una amplia reforma institucional y fiscal, que priorice los servicios sociales y fomente el empleo.

El todavía lehendakari conviene con el PNV en que es preciso un gobierno fuerte y que es necesario buscar acuerdos para dar estabilidad y aprobar los presupuestos del próximo Gobierno, de las tres Diputaciones y de los ayuntamientos de las tres capitales, que se reparten PNV, Bildu y PP.

Sin embargo, advierte de que “un acuerdo sin contenidos y sin objetivos compartidos no tiene ninguna razón de ser”.

“Un simple acuerdo de no agresión presupuestaria significaría solamente un reparto de poder político, abandonando a muchas personas a su suerte”, añade.

El PSE está dispuesto a un pacto de estabilidad siempre que no haya recortes en sanidad, educación, seguridad y servicios sociales, se subraya en el documento.

También considera una prioridad el empleo y el crecimiento y propone crear una ponencia parlamentaria para “racionalizar y modernizar” el entramado institucional vasco.

López aboga además por una reforma fiscal que aumente la recaudación y propone instaurar un nuevo impuesto sobre patrimonios personales que superen los 1,5 millones de euros.

Otro encargo que el PSE considera ineludible es abordar el problema de los desahucios, y por ello, demanda al nuevo Gobierno que lleve a la Cámara de Vitoria un plan para cuatro años que aborde este problema y busque soluciones para los afectados.