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Toñi Galván: “El periodista nunca se puede olvidar de la calle”

Toñi Galván, directora de informativos de Antena 3 Tenerife. | SERGIO MÉNDEZ


INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife

Toñi Galván lleva más de una década en las pantallas. Su sencillez y cercanía la han hecho merecedora del cariño de los espectadores. Toñi es licenciada en Filología y en Periodismo, y cuando comenzó a trabajar en la tele creyó que no era lo suyo. Hoy es una de las profesionales más reconocidas gracias a su trabajo en Antena 3 Canarias.

-¿Cuánto tiempo lleva dedicándose a la televisión?

“En la tele llevo 16 años, comencé por casualidad y en el primer contacto pensé ‘esto no es lo mío’. Yo venía del mundo de la radio, donde todo es diferente. La imagen no cuenta, solo la palabra, el sonido y los silencios. En la radio el periodista es más autónomo, no necesita tanta complicidad con el compañero. En la televisión, esa empatía es vital. Sobre todo entre redactor y cámara. Sin embargo, una vez descubierto el mundo de la imagen aplicado al periodismo, me di cuenta de la fuerza que puede tener un reportaje televisivo, una noticia… El poder que, por ejemplo, tiene un rostro, la expresión del protagonista de un vídeo lo puede decir todo. Esa herramienta me sigue fascinando”.

-Como directora de informativos de Antena 3 Tenerife, ¿qué es lo que más echa de menos del periodismo de calle?

“Todo. El contacto con la calle, palpar la actualidad y después tener la responsabilidad de contarle al espectador lo que está ocurriendo en todas sus vertientes. Siempre he defendido la idea de que el profesional de los medios nunca se puede olvidar del periodismo de calle. Y creo que eso se nota en una redacción, cuando el director de informativos o editor de noticias ha pateado mucho y ha tenido un contacto directo con la realidad”.

-¿Cuál es la peor noticia que ha tenido que dar?

“Los sucesos, sin duda. Es la parte más dura, sobre todo los que tienen a los niños como víctimas. Es difícil mantener el tipo cuando tienes que entrevistar a familiares o hacer algún directo desde el lugar del suceso. También recuerdo con tristeza la llegada incesante de cayucos a las Islas. Fue en 2006, tuve que cubrir aquel episodio para los informativos nacionales; nunca olvidaré la mirada de aquellos hombres y mujeres, con bebés. Tuve la oportunidad de cruzar alguna palabra con ellos en el puerto, y no puedo borrar esas miradas de incertidumbre y de agradecimiento a la vez”.

-¿Y la mejor?

“Me encanta ver a la gente sonreír, feliz. Sea cual sea el motivo, así que cualquier noticia que contemple esta alegría, me resulta satisfactoria, porque creo que el espectador también lo agradece. Tengo muy presente una noticia curiosa que tiene que ver con la Lotería de Navidad. El año pasado, en medio del jolgorio de los premios que estaban cayendo en las Islas, descubrimos que uno de los agraciados era un compañero de la tele. Lo realmente curioso es que sabíamos que lo iban a despedir al día siguiente, y ahí estaba él, grabando su premio y su propia alegría. Fue un día muy especial para todos”.

-¿Cómo es un día cualquiera en su vida profesional?

“La jornada laboral dura todo el día y eso lo saben bien los periodistas, porque nunca desconectas, ni siquiera en tu casa. La actualidad informativa nunca para. Por la mañana en redacción tenemos reunión de escaleta, que es como un pre-guión del informativo de ese día. Las dos delegaciones de Antena 3 Canarias, en Las Palmas y Tenerife, exponemos los temas de actualidad del día y que vamos a desarrollar en el informativo. Ahí decidimos qué es lo que vamos a contar, cómo lo desarrollamos y también si de esos asuntos hay algo que le podemos ofrecer a los compañeros de Madrid, de Antena 3 nacional. Después se distribuye el trabajo entre los equipos que salen a la calle y durante todo el día vamos actualizando información. El trabajo en equipo es para mí esencial; tanto, que considero que sin trabajo en equipo, no hay trabajo”.

-¿Es difícil de compaginar su vida laboral con la personal en su profesión?

“Sí, muy difícil, sobre todo cuando tienes hijos. Yo tengo una niña de cinco años y eso es lo más importante en mi vida. Pero tienes que aprender a compaginar y distribuir bien tu tiempo. Porque como he dicho, tu jornada laboral no acaba cuando sales de la redacción. En casa sigo trabajando, preparando los temas para el día siguiente y además tengo que seguir en contacto con el equipo que está de guardia, por lo que pueda ocurrir”.

-¿Cómo se podría solventar la situación de la mujer en lo que se refiere a la conciliación con la familia?

“Pues sinceramente no lo sé. Porque considero que las mujeres seguimos queriendo tener parte muy activa en nuestro trabajo, sin olvidar la parte más personal de nuestra vida. Sin embargo, en mi caso, no concibo separar del todo la mujer-periodista de la mujer-familiar. Pero es muy cierto que siempre tenemos que dar un poco más, y que nos podemos llegar a sentir mal si en el trabajo, por ejemplo, tenemos que dar explicaciones si un día llegamos tarde o salimos antes porque tenemos a nuestros hijos enfermos o debemos ir a una cita del cole”.

-¿Puede hacernos una valoración de la evolución de la crisis económica en las Islas Canarias?

“Los medios de comunicación canarios venimos contando desde hace tiempo la evolución de la crisis. Cuando empezaba a asomar la cabecita, lo recuerdo por el año 2008, intuíamos que era inminente la llegada de una profunda recesión económica. Comenzaban a subir las cifras del paro, la caída en el sector de la construcción era ya notoria. Sin embargo, no empezamos a ser conscientes de la gravedad hasta hace poco. Y ahora, los datos del paro son escalofriantes, con una tasa de desempleo en las Islas que supera el 33%, es difícil mantener el optimismo. Y más difícil es contar esa realidad en los informativos, porque a veces tienes la sensación de que el ciudadano quiere escuchar otra cosa. Que por fin le des buenas noticias”.

-¿Cuánto falta para que salgamos de ella?

“Yo no sé cuánto falta, no soy economista, ni experta en la materia. Pero considero que el planteamiento está en no intentar poner fecha al final de la crisis. Creo, incluso, que saldremos de esta situación sin darnos cuenta. Poco a poco y paulatinamente. Los medios empezarán a darle importancia a otros asuntos y entonces seremos conscientes de que las noticias económicas dejarán de cobrar protagonismo en los informativos”.

-También los medios de comunicación se han visto resentidos por la crisis, lo que ha dado lugar a muchos despidos… ¿Cómo ve el futuro de la profesión periodística?

“Como la inmensa mayoría de las profesiones, pero el Periodismo está siendo duramente castigado por esta crisis, y quizás los periodistas no hayamos podido contar nuestra propia realidad. Todos hemos vivido situaciones muy duras, viendo cómo compañeros de una talla profesional extraordinaria se han quedado en la calle de la noche a la mañana. Sin embargo, creo que esta profesión tiene la suficiente creatividad para salir adelante en situaciones que son tan difíciles, reinventándose, aportando nuevas ideas y creando, incluso proyectos originales”.

-La vemos casi todos los días en la televisión y después de tantos años, es de suponer que la reconocen en la calle. ¿Cómo es la gente con usted?

“Ahora salgo menos, porque ya no presento a diario. Pero sí, es una sensación extraña, sobre todo al principio. Mucha gente te reconoce, otra, sin embargo, lo que te dice es algo así como ‘me suena tu cara’. Y te pueden llegar a confundir con una misma dependienta que le atendió alguna vez, con una enfermera… Es muy curioso, porque la imagen televisiva que tienen de ti, después no tiene que ver con la realidad. Pero en general, siempre la respuesta ha sido muy agradable. Pese a mi timidez, agradezco las muestras de cariño, que son muchas. La gente me suele agradecer la cercanía con la que cuento las cosas y eso es, sinceramente, es muy halagador”.